Publicado el: 16 Dic 2014

Los despedidos acusan a Santa Bárbara Sistemas de ocultar sus cuentas

Algunos de los despedidos tras la rueda de prensa de hoy (Foto LVT)

Algunos de los despedidos tras la rueda de prensa de hoy (Foto LVT)

Los extrabajadores de la fábrica de armas reactivan el frente político y judicial y se preparan para una lucha larga, independientemente de la decisión del Supremo

Fernando Romero

Los extrabajadores de la fábrica de armas de Trubia no se han quedado de brazos cruzados después de que la empresa filtrara un informe de fiscalía favorable a los despidos. Todo lo contrario. Esta tarde mantuvieron una reunión con representantes de los diversos grupos políticos del ayuntamiento de Oviedo y, aunque no abandonan el frente judicial su lucha se entablará en el campo de la movilización laboral, vecinal y social. De momento, quieren esperar a que el 21 de enero el Tribunal Supremo se pronuncie sobre los recursos planteados contra los despidos. Ese día, 15 jueces de lo social de este tribunal se reunirán para estudiar este conflicto. Hoy, en rueda de prensa, varios de los despedidos denunciaron los «manejos» de la empresa para condicionar con diversas filtraciones a la prensa la decisión judicial y mostraron su «perplejidad» porque trascendiera un antiguo informe de la fiscalía  (del mes de mayo) que da la razón a las pretensiones de la empresa.. Pero sobre todo se preguntaron porque a día de hoy no se explica la causa de los 55 despidos en un momento de pedidos y equilibrio contable. Fue posible -aseveraron-  «porque hubo ocultación de datos contables por parte de Santa Bárbara Sistemas. Santa Bárbara ocultó las cuentas consolidadas hablando de 69 millones de pérdidas, cuando realmente esas pérdidas ascendían a 11.000 euros. Además consideraron pérdida la maquinaria de la fábrica de la Vega, a la que dieron valor cero, cuando la verdad es que fue trasladada a Trubia para ser utilizada», dijo Javier Álvarez, el portavoz, tras la asamblea, de los despedidos.

Explicaron que mientras la empresa pagaba por beneficios a Hacienda «iban preparando el ERE». Su mayor esperanza, al menos en lo que a la parte legal toca, es que  los jueces entren en el contenido del recurso y no se queden en los formalismos, porque en ese caso se va a descubrir el tomate, que son las pruebas que presentamos». Además les acusan de estar cargando gastos indebidos a la Seguridad Social.

El Supremo decidirá  si admite los recursos de los despedidos que, según explicaron hoy, se fundamenta en tres partes: «las cuentas ocultas que no presentaron y que un día antes del ERE ya estaban listas. La falta de criterio con la que se hizo la selección de los despidos, y el cierre del proceso de negociación un día antes. El último día la empresa se negó a reunirse porque los ejecutivos tenían que irse de vacaciones de Semana Santa, lo que demuestra que ya tenían tomada la decisión».

«Esperamos hasta el 21 de enero pero aquí no acabó nada», aseguran y recuerdan que la empresa tendrá que pagar más de 2.000 millones que recibieron del Ministerio de Ciencia y Tecnología para desarrollar prototipos y patentes que se perdieron «y deben ese dinero al Estado y además la empresa dió de baja esas patentes y no han servido para nada, a pesar de todo lo que aportó el Estado».

Los portavoces de los 55 despedidos  denunciaron que todavía les deben hasta las horas extras. » Muchos nos fuimos a casa sin cobrar las numerosas horas extras que hicimos. A algunos compañeros les deben hasta 300 horas».

Para los extrabajadores de la fábrica de armas los actuales contratos y pedidos de la empresa «deben traducirse en empleo, porque si no demostrarán que lo hicieron solamente para aprovecharse de la reforma laboral, nada más.»

Recordaron además un problema que está siendo evidente estos días, y es la subcontratación que demuestra que la carga de trabajo continua pero que lo que se pretendía era abaratar costes. Por ejemplo, explican «echaron gente en Trubia de ingeniería para luego subcontratar a unos chavales por mil euros al mes».

Por último afirmaron que si la empresa aspira a seguir teniendo contratos del Estado «tendrán que empezar a contratar aquí» porque la fábrica de Trubia «es para Oviedo su último asidero industrial y tienen que defenderlo. Es increible pensar que hace dos años había 800 trabajadores y ahora queden 300». No en vano, afirman «en diez años General Dynamics no hizo más que acabar contratos pero no sentó las bases de la industria».

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La Voz del Trubia