Publicado el: 01 Feb 2015

[Trubia] El alcalde de barrio propondrá al ayuntamiento un uso público para los chalés de la estación

Uno de los chalés de la estación

Uno de los chalés de la estación

LA ASOCIACIÓN DE VECINOS PIDE QUE SE DESTINEN A USOS SOCIALES COMO UNA RESIDENCIA, CENTRO DE ASOCIACIONES O BOMBEROS VOLUNTARIOS

El alcalde de barrio de Trubia, Víctor Manuel Alonso Fernández, propondrá al ayuntamiento una dotación económica para acondicionar y dar uso público a los tres  chalés de Defensa que ahora son de titularidad municipal y que se encuentran situados junto a la estación. «Me gustaría que se buscase una solución para ellos, que sea aprovechable para el pueblo» señala en una entrevista que publicará La Voz del Trubia en su próxima edición en papel. Los tres chalés de ingenieros de la fábrica de Trubia llevan años abandonados y están muy deteriorados, a pesar de que se han tapiado sus ventanas y puertas.

En cuanto a posibles usos, desde la Asociación de Vecinos ya han propuesto a todos los grupos municipales la urbanización de toda esa zona (los tres pabellones y el puente de los señores). La propuesta vecinal va en la dirección de dar usos sociales y de servicios a los edificios (residencia para mayores, centro de asociaciones, guardería, zona donde se sitúen las instalaciones de bomberos voluntarios, policía…..).

El historiador local Toño Huerta explica que estos chalés se construyeron en 1916, en una época de expansión de la Fábrica de Armas de Trubia debida a la I Guerra Mundial. Su destino fue para jefes de la fábrica y comunicaba con la zona que se puede considerar «residencial», dentro del recinto de la fábrica (conocido como Cimadevilla) a través del denominado «puente de los señores», de uso exclusivo para sus residentes. Hacia 1986-1987 pasaron a propiedad municipal a través de un convenio de compra-venta con el Ministerio de Defensa, que por esos años desafectó muchas propiedades (en esa misma época se vendió el polvorín de La Manzaneda y el cuartel del Milán). El último de ellos estuvo habitado hasta 2013. Hoy su estado de conservación es ruinoso

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La Voz del Trubia