Fapas detecta un aumento del número de corzos en Teverga
LA POBLACIÓN CASI LLEGA A DESAPARECER DEBIDO A LA ENFERMEDAD DEL ‘GUSANO DE LAS NARICES’ AUNQUE DESDE 2014 EMPIEZAN A VERSE MÁS A MENUDO POR LOS MONTES TEVERGANOS
Las cámaras del FAPAS instaladas en los montes de Teverga para el seguimiento y control de la población de osos, permite descubrir también otros aspectos de la vida de la fauna silvestre.
El corzo, antaño una especie abundante en prados y zonas de media montaña ha llegado prácticamente a desaparecer a lo largo de los últimos años a causa de la enfermedad conocida vulgarmente como “gusano de las narices”. En realidad se trata de un parásito con el nombre de Cephenemya Stimulator. Son las larvas que una especie de tábano, deposita sus huevos en las narices de los corzos, naciendo posteriormente las larvas e introduciéndose en el interior, llegando a matar al animal por asfixia entre otras consecuencias.
Durante los últimos años, las cámaras del FAPAS han sido testigos mudos de la paulatina desaparición del corzo de los valles de Teverga. Sin embargo, desde 2014 y este año 2015, los corzos comienzan a ser fotografiados cuando pasan delante de las cámaras, indicando que su aumento, aunque lento, es progresivo.
Quizás, la enfermedad ya no es tan virulenta o los corzos que han sobrevivido han conseguido superar la grave incidencia de las larvas, adaptándose a nuevas situaciones físicas.
Sea como sea, el corzo vuelve a animar con sus ladridos los valles teverganos.