Publicado el: 12 Jun 2015

Se ha muerto un bien escaso

Faustino

Faustino García Prados

CASIMIRO ÁLVAREZ GLOSA LA FIGURA DEL TEVERGANO FAUSTINO GARCÍA PRADOS, EN EL PRIMER ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO

Casimiro ÁLVAREZ

El próximo día 16 de junio de 2015 se cumple un año del fallecimiento de Faustino García Prados de Teverga, hombre ejemplar donde los haya, del que todos los que le conocieron guardan un gran recuerdo.

Cuando están a punto de tomar posesión los nuevos alcaldes y concejales recién elegidos en las pasadas elecciones municipales, no puedo evitar recordar que Faustino también participó en la contienda política repetidamente; encabezando la candidatura de la UCD de Adolfo Suárez (auténtico artífice de la transición desde la Dictadura a la Democracia) en 1979 con un sobresaliente resultado, 4 concejales frente a los dos del PSOE y los cinco del PC. Pero de su paso por la política, igual que del resto de las múltiples actividades, que a lo largo de su dilatada vida desarrolló, no encuentro a nadie que no lo recuerde con cariño y admiración y, le tocaron los tiempos más duros y difíciles, donde el enfrentamiento ideológico nublaba en muchas ocasiones la percepción de vecinos y contrincantes. Pero Faustino siempre antepuso las personas y el interés general a las diferencias políticas.

No está de más recordar dos testimonios que expresan con claridad, el sentimiento de aprecio por parte de las personas que coincidieron con él desde otros partidos:

Mª Amor Álvarez Ardura, concejal electa por IU y que se perfila como probable alcaldesa de Teverga, expresaba el reconocimiento que su padre, Ramón Álvarez García, primer alcalde democrático por el PC del municipio y que coincidió con Faustino en la corporación tevergana, sentía hacia él.

César García Arias, también alcalde socialista de Teverga y que igualmente le tocó compartir con Faustino la gestión municipal, sólo tiene palabras de aprecio y admiración e igualmente recuerda la recomendación que su padre, Manolo Visita, le hizo cuando iba camino de la alcaldía, de que fuera especialmente respetuoso con una persona tan honesta como Faustino.

Impartió clases en el Colegio Público de Teverga, trabajó de administrativo en las oficinas de las minas de Hullasa, compró y regentó durante veinte años, más o menos, la gasolinera de Teverga y aún le sobraba tiempo para trabajar la huerta, acometer personalmente las reformas de su casa y propiedades, ser un abnegado padre, ejemplar vecino, inolvidable marido y recordado amigo de sus amigos, con los que no escatimaba tiempo para la tertulia y hasta la juerga cuando se terciaba.

Los diez últimos años de su vida los pasó afectado por la grave enfermedad del Alzheimer, que le sorprendió, como no podía ser menos, trabajando; hasta el punto de que un hombre tan minucioso y perfeccionista como él, comenzó a cometer errores en la administración de la gasolinera, lo que alertó a su familia de que algo extraño pasaba. Pero incluso en esas condiciones la caballerosidad de Faustino llamaba la atención; al cruzar una puerta seguía cediendo el paso a los demás, o insistía para llevar la bolsa de la compra u objetos pesados de las mujeres.

Es difícil encontrar tantas virtudes en una sola persona, salvo cuando se trata de excepcionales personajes y, sin duda, Faustino fue uno de ellos.

Comentarios:
  1. Praxi dice:

    Mi padre, también le tenía mucho aprecio.
    Excelente artículo.

  2. Casimiro dice:

    Claro Praxi, tú padre y tu abuela subían todas las semanas a Teverga con la fruta y en consecuencia lo conocían muy bien.

    • Praxi dice:

      Llenaba el depósito del camión allí. O en la gasolinera, de antes de llegar a La Gruta.

      No soy capaz de acordarme, del nombre del antiguo dueño de la gasolinera…

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