Publicado el: 05 Ene 2016

Censo del oso: la guerra ha terminado

FAPAS (Fondo Para la Protección de los Animales Salvajes)

Ya explicábamos con detalle en qué se había convertido el circo de los datos de oso pardo en la Cordillera Cantábrica. En eso: un circo en donde Administraciones por un lado han tratado de demostrar que al oso le va de maravilla, en especial los políticos de la Junta de Castilla y León, adueñándose del trabajo que no les corresponde para sacar pecho. De otro lado, la FOP, la Fundación Oso Pardo, tratando de convencer a todo el mundo de que además de que al oso le va de maravilla, todo el trabajo lo hacen ellos. Eso sí. Iba de maravilla en la población oriental duplicando el número de osas reproductoras, según interesase.

¿Alguien ha vuelto a ver publicado algún censo de osos?
Ha pasado el año 2015 y ni rastro de noticias sobre censos de osos u osas reproductoras en la Cordillera Cantábrica para el año 2014. Denunciado el negocio y el fraude, el mutismo ha reinado para este tema. Ya no hay ruedas de prensa a bombo y platillo. Ya no hay esperpénticas noticias sobre lo fabuloso que evoluciona la población gracias a los millones Life que como si fuera cosa de milagro, plantas un árbol y al día siguiente aquello es un hervidero de osos.
Más bien podemos valorar que ya no hay censos de osos, porque a los políticos y a la FOP, no les cabe la camisa en el cuerpo ante la no tan buena situación. El oso en Castilla y León en el área oriental está al límite, sometido a una presión en donde ya es imposible ocultar por más tiempo que los osos mueren uno tras otro a causa de la actividad humana, la caza, tanto legal como ilegal.
O quizás habrá que pensar que ya no es posible hacer censos al haber «desaparecido» los sustanciosos contratos vía Ministerio a Tragsa/Tragsatec, Tragsa/Tragsatec a empresas privadas y empresas privadas a…..???? otra vez Ministerio o adjuntos/enchufados al Ministerio????.
En el mes de Diciembre, la Consejería de Recursos Naturales del Principado de Asturias, convocó una reunión para poner al día los datos sobre hembras reproductoras en el Principado de Asturias. El FAPAS había renunciado a participar en estas reuniones dada la singularidad de lo que sucedía después. Cada organización privada o institución pública aportaba los datos de su trabajo durante todo el año e inmediatamente aparecía la FOP y la Junta de Castilla y León en rueda de prensa informando de los resultados como si toda la información fuera propia.
Dadas estas circunstancias de que el «monopolio» parece haber terminado, FAPAS ha participado en la última reunión, aportando la información que poseía.
El número de osas reproductoras identificadas en Asturias durante el año 2014, gracias al esfuerzo de «todos» según el documento oficial del Principado de Asturias es de 22 osas reproductoras y 44 crías nacidas.
En cuanto a las osas reproductoras en la zona de León en el área occidental, parece que la escasa capacidad de controlar el territorio no permite conocer con exactitud cuántas ha habido. Ni la Junta de Castilla y León ni la FOP, tan diligente siempre en adelantarse a todos, ha dado ningún dato. Se habla en torno a seis posibles hembras reproductoras.

Y ¿2015?

Los datos de 2015 parecen confirmar un cierto estancamiento en la evolución de la población de oso en Asturias. Las razones aún no están claras. Pero el Gobierno Regional parece haber tomado medidas para crear una situación que impida que la población osera siga creciendo.
Entre estas medidas, el aumento de cacerías, batidas de jabalí, en zonas críticas para el oso, o batir específicamente las zonas donde se conoce que hay osas con crías. Si esto es cierto, y FAPAS está comprobando que de momento se realizan puntualmente actuaciones de esta naturaleza en las zonas oseras, nos encontraríamos con un posicionamiento de gestión similar al que aplica desde hace años la Junta de Castilla y León y que es la causa de la extinción en el área oriental.
Las batidas de jabalí son en la actualidad una de las principales causa de muerte de osos conocidas, tanto por la muerte directa, como lo que es peor, posiblemente se trate de la acción más grave que repercute sobre la supervivencia de las crías nacidas en el año, al moverlas de un lado para otro y ponerlas en riesgo, tanto de machos que acosan a las hembras como de los perros que forman parte de las partidas de caza.
Lo que sí es ya una comprobación es que algunas osas del Parque Natural de Somiedo que criaban de manera querenciosa a determinados lugares, se han visto obligadas a buscar otras áreas para protegerse de amenazas creadas por el hombre.

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