Publicado el: 18 Ene 2016

Casa Clemente exhibe sus cuatro premios gastronómicos

El restaurante, el más antiguo de Proaza, es galardonado por su cocina tradicional asturiana

Francisco Clemente, María Alonso y Loli Rodrigo

Francisco Clemente, María Alonso y Loli Rodrigo

Casa Clemente colgó este fin de semana cuatro cuadros en sus paredes antiguas de piedra. Son cuatro galardones que muestran orgullosos en esta familia que, durante tres generaciones ha regentado este negocio, el más antiguo de Proaza. Los premios se los ha dado la Guía Chigrín 2015 y son Palillo de Bronce y Tercer Clasificado en el pinchu, con su empanada casera de hojaldre. El segundo cuadro recoge  el premio al Chigrero Mayor del Reino, en este caso personalizado en el titular del restaurante, Francisco Clemente Alonso. Un tercer premio se debe a su veteranía: Mención de Chigre más Vieyu de Guía Chigrín y, el cuarto y quizás más importante, los tres trisqueles que le otorga este conocido programa televisivo.

Detrás de Sidrería Benjamín-Casa Clemente hay dos mujeres y un hombre. Además de Francisco Clemente Alonso, está su mujer, Loli Rodrigo y su hija, María Alonso. Los tres, cada uno en su especialidad, trabajan la cocina tradicional asturiana: potes, fabadas, cabrito, caza, cordero y postres clásicos como el arroz con leche, las casadiellas. o la tarta de la abuela. María Alonso representa ya a la tercera generación de este restaurante, que se abrió en 1926.

Un buen día, relata, «empezaron a decirnos nuestros clientes que nos presentáramos a este certamen gastronómico y así lo hicimos, aunque nos puso un poco nerviosos porque competíamos con muchos establecimientos».

Y es que en este restaurante huele a pote de la abuela desde que uno entra por la puerta. Hay arte y buen hacer en los fogones. Arte que ahora se les reconoce y que les otorga la experiencia de 90 años ininterrumpidos ofreciendo guisos a vecinos y visitantes. El caso es que empezaron a recoger apoyos desde las redes sociales, concurriendo junto a  otros 50 chigres. Además se presentaron a la «gran final», con un jurado especializado. Al final llegaron las sorpresas y los premios «lo pasamos muy bien» explica María Alonso.

Sidrería Benjamín es toda una institución en los Valles del Oso. Antes de convertirse en restaurante en 1926 había sido un salón de baile con pianola. Hoy es una parada obligada para todos los que visitan estos valles y quieren degustar la auténtica cocina asturiana.

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