[Desde la Ría de Miranda] País de pandereta
Por José Manuel RODRÍGUEZ ANTOMIL
Cuando un país después de cuatro años y seis meses vota la misma opción y además por amplia mayoría es que el pueblo está contento; contento por los recortes, contento con las reformas, contento con el paro, contento con la ley mordaza y sobretodo con la corrupción. Así pues, ¡felicidades don Mariano!, tiene usted carta blanca.
Es verdad que a esa victoria colaboraron PSOE de siglas y Podemos, unos porque su ideología ya nadie la considera de izquierda, no sólo su ideología sino su forma de vida; otros porque todavía tienen miedo al «coco».
Lo cierto es que muchos de los votantes del PP son los mismos que van a llorar cuando le echen un hijo al paro o cuando le vean cobrar 600 euros por ocho horas de trabajo, o cuando tenga que marcharse del país o cuando vean menguar sus pensiones; entonces, como siempre, todos o casi todos seremos comunistas, pero como siempre el PCE ganará la calle y otros las elecciones.
Y así las cosas, mientras los partidos y los políticos de profesión no se reconviertan, seremos un país de pandereta, ocupándonos de Venezuela y olvidando nuestras miserias y, como dice un refrán de aquí: “cada pueblo tiene el gobierno que se merece».
Los recortes no los inventó el Pp.ni el paro,ni la paga de 400 o 600€
Recibió un regalo envenenado del PSOE.Un pais en ruina que está levantando gracias a las políticas del PP.¿corrupción?el PSOE es el mas corrupto de España.
¿comunismo?no,gracias.el mayor castigo que sufrió la humanidad en el s.XX.
Sinceramente no sé donde ve Ud. que el país se esté levantando gracias a las políticas actuales… Más bien de lo que se trata ahora es de machacar al currante con trabajos temporales y sueldos míseros, mientras suben los precios de los bienes de primera necesidad…
Y por cierto, la crisis derivó de una «burbuja inmobiliaria» que se generó… ¡Oh sorpresa! cuando era presidente D. José María Aznar López.
El PP no inventó los recortes, los aplica. Es versión unánime entre políticos de cualquier ideología, la necesidad de aumentar las inversiones contrayendo el gasto. Pues bien, acariciando el poder y atendiendo a Bruselas, que exige la contención del gasto y déficit, se identifican gastos e inversiones. Por ejemplo, sin que nadie hable de ello, quizás sea un gasto superfluo los Consulados ad Honorem