Principado y Defensa negocian la cesión de la biblioteca de la fábrica

El Ministerio tiene una Ley propia de custodia de archivos que impide al Gobierno regional poner trabas al traslado del archivo de Trubia  a Madrid

El Gobierno del Principado de Asturias y el Ministerio de Defensa mantienen un «diálogo fluido» para llegar a un convenio de cesión por parte del Estado de la biblioteca de la fábrica de armas de Trubia, según fuentes de la consejería de Cultura. Respecto al traslado del archivo documental de la planta trubieca a Madrid, que ha generado una amplia polémica, el Principado asegura no tener capacidad legal para detenerlo, añaden las mismas fuentes, dado que «existe una Ley propia estatal que otorga competencias a Defensa para custodiar, archivar y conservar sus documentos creemos que por motivos de seguridad», aseguran las mismas fuentes. De esta manera, y por una razón de jerarquía legal, la Ley asturiana de Patrimonio, que obliga comunicar cualquier traslado de archivos históricos fuera de la Región, quedaría invalidada ante una normativa superior. Desde la Consejería de Cultura aseguran, no obstante, que los fondos de mayor valor son los que están en la biblioteca y no los del archivo «que tienen más documentación interna de la fábrica y de tipo personal que además estaría protegida por la Ley de Protección de Datos».

Por otro lado el alcalde de Oviedo Wenceslao López (PSOE) ha pedido al Ministerio de Defensa información “exhaustiva” sobre la documentación histórica que se pretende trasladar desde la fábrica de armas de Trubia al Archivo de Defensa en Madrid. Fuentes municipales confirman que el alcalde ni nadie del equipo de Gobierno fue informado de este traslado calificado de “expolio” por los vecinos.

Desde la alcaldía no se entiende esta actitud, máxime cuando se habían entablado desde hace meses conversaciones con Defensa de cara a obtener un local en el que albergar un centro de interpretación de la historia de la fábrica, proyecto que estaba, según las citadas fuentes “muy avanzado, e incluso ya se había encontrado un local para ceder”.

El proyecto de trasladar el archivo de la fábrica (que se encuentra diseminado por distintos departamentos)  se remonta a hace 16 años, cuando Defensa realizó un inventario de la documentación histórica de las fábricas de La Vega y de Trubia. Fuentes próximas a la planta trubieca señalan que hace un mes acudió a la localidad una comisión del del Archivo Militar de Defensa para para evaluar la documentación, su estado y su alcance histórico.

Comunicado 

Por otro lado la Asociación de Vecinos de Trubia acaba de difundir un comunicado contra este traslado dirigido a medios de comunicación y grupos políticos, buscando de los primero su difusión y de los segundos su adhesión como representantes públicos “que deben velar por nuestro patrimonio”. En esta misiva explican que “hay una apropiación de un bien común que se viene realizando desde hace décadas, por un lado de la mano de la empresa General Dynamics, tan solo preocupada de cuadrar sus cuentas a costa de despidos y ausencia total de mantenimiento en instalaciones no productivas y de alto valor patrimonial y por otro lado desde el propio Ministerio de Defensa que, ante un pasotismo administrativo deja arruinarse un patrimonio o decide unilateralmente su traslado descontextualizando y borrando parte de la memorias industrial de Asturias”

Critican además la “pasividad y falta de oficio en la protección de este importante fondo documental” del Gobierno del Principado “que es quien tiene competencia en materia de archivos” y exigen la “inmediata paralización del traslado” y piden la apertura de una mesa de negociaciones entre defensa, Principado y Ayuntamiento y que las administraciones “dejen de mercadear con un bien que es de todos y que debe seguir en su contexto como memoria de un pueblo y referencia de futuros estudios”.

Por su parte el grupo municipal de Somos Oviedo ha presentado una moción para debatir en el pleno en la que pide al Ayuntamiento que inste al Ministerio de Defensa “a desistir de su proyecto de trasladar en parte o íntegramente fondos documentales de las fábricas de armas de Oviedo al Archivo General Histórico de la Defensa de Madrid, una decisión que se desprende de la adjudicación de los trabajos de traslado a la empresa Normadat S. A., según publicó la Plataforma de Contratación del Estado, en fecha 25 de agosto de 2016”.

Además, en la misma moción plantean que  se requiera a Defensa a que entable una negociación “seria y rigurosa” con el Gobierno municipal de Oviedo, “con el fin de proteger y poner a disposición de los ovetenses el rico patrimonio industrial de las fábricas de armas, que comprende los terrenos y edificios de La Vega, pero también los vestigios documentales, como su archivo histórico”.

El Archivo Histórico de Defensa, adónde se quieren trasladar los fondos de Trubia, está situado en el Paseo Moret, nº 3, de Madrid, dentro del recinto del antiguo Acuartelamiento “Infante Don Juan”, y dispone de siete depósitos documentales, distribuidos en 3.304 metros cuadrados, que suman en total veinticinco kilómetros de estantería.

Biblioteca muy valiosa

La Fábrica de Armas trubieca mantiene –gracias, en parte, a la intervención y preocupación de la Comisión Inspectora, sección militar dentro de la Fábrica- en buen estado de conservación una imponente y cuidada biblioteca que atesora una gran riqueza en cuanto a patrimonio bibliográfico, un fondo muy variado de valor histórico incalculable. El fondo, que podría ser cedido por Defensa al Principado, no solo lo conforman volúmenes de temática militar, sino de muy diversas materias, dato que muestra el interés que siempre manifestó la factoría por la formación de sus trabajadores, alumnos de la Escuela de Formación Profesional y Oficiales, informa la documentalista Elena Nieto.
El fondo actualmente cuenta con aproximadamente 9.000 volúmenes, según los datos recogidos en el censo realizado en el año 2002 por Natalia Tielve, si bien, según un libro de registro se evidencia que en el año 1994 existían un total de 11.394. Es decir, parece que ha habido en las últimas décadas una importante pérdida.
Aun así, el fondo bibliográfico conserva obras de gran relevancia con un valor histórico considerable, de materias que responden a las más variadas disciplinas. Destacan también la importancia de muchas de las ediciones. Los ejemplares más antiguos datan del siglo XVIII (1725). Por desgracia, es mucho lo que se ha perdido, y es urgente intervenir con rigor para detener el deterioro.