Publicado el: 07 Sep 2016

[Editorial] La perversión del mercado de la carne

La organización agraria COAG junto con la UCE han publicado recientemente el informe de julio correspondiente a los precios en origen y destino de los principales productos agrícolas y ganaderos que como promedio multiplican por 3,92 su valor. En el caso de la carne de ternera de primera, como la que se produce mayoritariamente en nuestra Comarca, esa diferencia entre productor y consumidor se multiplica por tres. El ganadero produce y se arriesga pero no se queda con nada y en ocasiones ni siquiera cubre costes, lo que le conduce a la ruina. Sin embargo, el precio de la ternera en las carnicerías no es bajo y muchas familias no pueden permitirse comprarla para su consumo. Y ello porque es en los eslabones intermedios donde se produce la subida. Muchos de estos intermediarios y distribuidores ni siquiera ven el producto que venden. Esta perversión de un presunto “mercado libre” hace mucho daño a los ganaderos, que son los que realmente arriesgan, invierten y trabajan para que la carne que llega al consumidor sea de la máxima calidad. Asturias ya tiene buenas experiencias de ganaderos y agricultores que venden directamente al consumidor su miel, su queso y otros productos autóctonos de calidad. Ello revierte en un mayor beneficio para el productor y en un precio más justo para el consumidor. Con la ternera asturiana debería propiciarse algo similar y para ello es necesario que la Administración facilite los trámites y no aplique más rigor del estrictamente necesario por motivos de salud pública o de permisos, como ya ocurre en otros países europeos. Una de las fórmulas que están haciendo cambiar el panorama en beneficio del ganadero es el de la marca de calidad de la IGP Ternera Asturiana un sistema que ofrece ventajas, no solo a los ganaderos, sino a la calidad del producto y a la promoción de Asturias y en cuyo consejo regulador participan los propios productores.

Comentarios:
  1. Wunelfe Karin dice:

    Que en los eslabones intermedios se produce la subida, es cierto. Por eso convengo con los políticos cuando hablan de la necesidad de cambios estructurales; la pena es que todo queda en recortes sin más cambios sustanciales que afecten al núcleo del problema.
    El año pasado crie un «gochin» que compré en lo que me pareció buen precio; para matarlo pagué el IVA al transportista, en los honorarios del veterinario que extendió la guía, al matadero, al carnicero,… En definitiva y echando cuentas lo pagado en concepto de IVA final superó el precio de compra del «gochin»; eso sí, sin intermediarios. Por cierto que «ta muy buenu»

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