Publicado el: 06 Nov 2016

Roban la recaudación popular para arreglar la iglesia del Escamplero

Las huchas que guardaban los donativos recogidos el día de Todos los Santos fueron encontradas hoy rotas y vacías

Los ladrones, que accedieron al edificio forzando una ventana lateral, solo se llevaron el dinero, que aún no había sido contabilizado

escamplero

Esther Martínez / Las Regueras

Los vecinos de la parroquia de Valsera decidieron  realizar una cuestación el día de Todos los Santos en el cementerio de Escamplero para conseguir aliviar la situación económica derivada del préstamo que se está amortizando desde 2012 para acometer una obra importante de rehabilitación del templo.

Los donativos se guardaron en la sacristía de la iglesia dentro de las huchas que se habían utilizado para tal fin. Hoy los asistentes a  la catequesis que precede a la misa dominical encontraron las huchas rotas y parte de la calderilla tirada por el suelo. Los ladrones habían accedido al interior del edificio por una ventana lateral tras romper el cristal. El párroco interpondrá la denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil mañana lunes a primera hora, aunque la Benemérita se ha personado esta misma mañana en el lugar de los hechos, ya que casualmente se encontraba en las proximidades.

Los vecinos se muestran indignados y muy dolidos por estos hechos que consideran gravísimos, y aunque la cuantía de lo robado no se sabe con exactitud, ya que el dinero estaba sin contar, quienes portaron las huchas creen que “la recaudación era importante ya que había bastantes billetes. El resto de enseres del templo están intactos”, afirma el párroco, Pablo González.

Una historia tortuosa

La Iglesia de la parroquia de  Santa María de Valsera se encuentra ubicada en la localidad de Escamplero. La historia del edificio, no es larga pero si tortuosa. A finales de los años 20 o principios del 30 del siglo pasado, un incendio destruyó parte  del templo románico situado entonces  en el pueblo de Valsera, cabecera de la parroquia.

Por diversas causas se decidió no rehabilitar la iglesia de Valsera y construir una nueva en Escamplero frente a La Carcabina, antigua escuela del pueblo. Antes de finalizar esta primera obra, un vendaval estuvo a punto de derruir los muros y el edificio quedó ya un poco desviado. Durante el periodo de la guerra civil, desde octubre de 1936 hasta octubre de 1937, fue utilizada como cárcel primero y como cuartel de las columnas gallegas después. Los destrozos del templo no pudieron ser reparados en sus totalidad hasta 1966 donde el Consejo de Ministros concede una subvención de 500.000 pesetas para la obra.

Desde entonces el edificio fue sufriendo un progresivo deterioro hasta que en 2012 los vecinos deciden ponerse manos a la obra de acuerdo con el Arzobispado de Oviedo, ya que el peligro de derrumbe del tejado era evidente. Se acometieron las diversas obras que dieron como resultado una importante remodelación del templo, unas puertas de entrada talladas, pintura, techo de madera y nueva cubierta. La Junta Pastoral avalada por el Arzobispado, solicita un crédito de 30.000 euros cuya cuantía mensual es de 591 euros, que finalizaría en diciembre de 2017.

Algunos vecinos preguntados aseguran haber aportado un primer pago de 200 euros y otro de 159, pero los parroquianos no pueden asumir los 8.000 euros que a día de hoy quedan por pagar. Hay quienes se quejan de que siempre pagan los mismos y otros opinan que la iglesia no es cosa suya. “Si todos los vecinos aportaran algo, la deuda estaría liquidada, pero algunos no quieren saber nada. Siendo la parroquia más extensa en población, no tendríamos que estar en esta situación”, afirma una vecina. Además la recaudación de los domingos de las  colectas y las misas aplicadas por los difuntos, va destinada a saldar el crédito.

Hace unos días Pablo González Piñera, sacerdote de esta parroquia, mantuvo una reunión con la Junta Pastoral que decidió realizar algunas actividades para recaudar fondos, además de las aportaciones de los vecinos. Así, se prevé hacer una cena-baile y una excursión; pero la noticia que más satisface al párroco es que el Arzobispado está  tramitando una ampliación del plazo del préstamo que está ya casi cerrado y que supondría alargarlo hasta diciembre de 2018 «un importante desahogo para nosotros”, afirma.

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