Publicado el: 08 Feb 2017

Trubia despide a Pendás

Numerosos vecinos acuden a la iglesia de Santa María a dar el último adiós al conocido hostelero de La Riera

El funeral tuvo lugar esta tarde

F. R. / Trubia

Numerosos vecinos, amigos y familiares de Celso Pendás acudieorn esta tarde a ofrecer su última despedida a este conocido hostelero del barrio de La Riera, en donde desde hace años regentaba Casa Pendás. La iglesia de Santa María de Trubia estaba a rebosar de gente, que acudió al funeral.

José Celso Pendás Suárez, alma del bar Casa Pendás y fundador y presidente de la Asociación Micológica Valles del Trubia falleció ayer en Oviedo, a los 69 años de edad. Su muerte ha causado sorpresa y consternación en el pueblo y en el mundo de la micología, aunque hace años que padecía un delicado estado de salud que le mantenía en una silla de ruedas. Celso Pendás deja viuda, María Jesús del valle García; dos hijos, María Jesús y Celso, y tres nietos, Mariam, Marcos y Danna.  Persona muy querida y de fuerte personalidad, era un amante de las setas que supo mantener viva la afición en Trubia. En su bar en La Riera, uno de los más antiguos de la localidad, se reunía la asociación micológica, según destaca su vicepresidenta, Inmaculada Ortolá, muy afectada por la noticia. “Era una persona muy trabajadora y activa, se conocía la zona como la palma de la mano. En Casa Pendás estaba la sede social de la asociación, y era él el que nos indicaba dónde estaban los mejores ejemplares, dónde ir para buscar. Iba en su coche, porque ya no podía caminar, y desde el mismo coche nos decía dónde buscar, se lo conocía todo”, señala la vicepresidenta de la asociación micológica.

Celso Pendás regentó el restaurante y bar que lleva su nombre durante 30 años, tras tomar las riendas del establecimiento familiar, ubicado en una antigua casona de piedra de estilo asturiano y que fue inaugurado en 1950 por Germán Pendás y Caridad Suárez. El bar tuvo hasta hace 12 años una importante bolera en donde se celebraban los campeonatos del Ministerio de Trabajo y en donde jugaba la peña de la fábrica. Hace tres años le dio el relevo a su hija, María Jesús, después de jubilarse por su delicado estado de salud. Hombre inquieto y preocupado por la vida del pueblo, siempre colaboró con este periódico, sugiriendo reportajes o asuntos que pudieran ser de interés vecinal. Desde estas líneas, la redacción de LA VOZ DEL TRUBIA se une al dolor por su pérdida. El funeral de cuerpo presente se celebrará en la iglesia parroquial de Santa maría de Trubia mañana, miércoles, a las cuatro de la tarde, y a continuación recibirá cristiana sepultura en el cementerio parroquial.

 

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