Publicado el: 12 Mar 2017

El último día de Tito Bustillo

Eloísa Fernández, hermana del montañero que dio nombre a la cueva riosellana, relata, medio siglo después, las circunstancias de su fatal accidente en Quirós

Tito Bustillo. Una de sus últimas fotos

Beatriz Álvarez / Quirós

La primavera de 1968 unió a los concejos, tan diferentes como distantes, de Quirós y Ribadesella. El 11 de abril, día de Jueves Santo, un grupo de «rapacinos» descubría por casualidad uno de los conjuntos rupestres más importantes del arte paleolítico mundial, la cueva de Tito Bustillo y apenas tres semanas después, uno de ellos, Celestino Fernández Bustillo, Tito Bustillo, fallecía a la temprana edad de 18 años en la cueva  la Canal, debajo del Picu Gorrión en Villaorille (Quirós).

Años después, en la cueva, en un homenaje

Aquella Semana Santa diez integrantes de la sección de espeleología del grupo de montaña Torreblanca, de los que cuatro eran chicas, junto con dos jóvenes riosellanos, descendieron por una pequeña sima conocida como Pozu´l Ramu. El día antes habían estado probando el material en La Cuevona. Conocían la existencia del pozo, pero no si había cueva. Fue el azar el que quiso que durante su incursión se encontraran dos de los conjuntos artísticos más importantes, primero el Camarín de las Vulvas y más tarde, gracias al fogonazo que dio el carburo de Tito al encenderse, el Panel Principal o Panel de los Caballos. Sobre este descubrimiento, con gran repercusión mediática no solo a nivel local sino incluso mundial debido a que el valor  de las obras descubiertas estaba a la altura de los más importantes yacimientos europeos conocidos hasta el momento, se han escrito miles de páginas como contaba Eloísa Fernández Bustillo, una de las integrantes de aquella expedición y hermana de Tito, que recordó paraLA VOZ DEL TRUBIA la vorágine que vivieron aquellos días.

«En los días posteriores bajamos al interior de la cueva muchas veces, también con la prensa. José Vélez, fotógrafo, Manuel Avello, periodista y Magín Berenguer del Patronato de Cuevas y Yacimientos Prehistóricos de Asturias fueron algunos de los que contribuyeron en el primer momento a la difusión de la noticia. Hoy no podría hacerse así, llegaría la autoridad responsable, cerraría y nos impedirían el acceso y ahora, tantos años después creo que quizás hubiera sido lo más sensato» apostilla Eloísa rememorando aquellas fechas. La hermana de Tito recordaba el momento en el que vieron el Gran Mural «A mi hermano Tito se le apagó el carburo y al ir a encenderlo, con el fogonazo que dió, miró hacia arriba y vio la cabeza de caballo. Después, con la luz de todos los carburos pudimos ver el gran mural» cuenta «pero tampoco alcanzamos a ver en ese primer momento todo lo que había».

Lugar en donde se mató el montañero, en Quirós

La cueva iba a llamarse Cueva Torreblanca en honor al grupo de montaña al que pertenecían, pero la fatalidad quiso que la muerte sorprendiera a uno de sus protagonistas, Celestino F. Bustillo, ‘Tito Bustillo’ en Quirós. Y fue este fallecimiento en un accidente de montaña lo que motivó que el Grupo Torreblanca pidiera que se bautizara la cueva del Pozu´l Ramu con el nombre de Tito Bustillo.


¿Que hacía Tito en Quirós?. Contesta Eloísa: «Estábamos un poco cansados de todo lo que había ido surgiendo aquellos días. Nosotros éramos unos rapacinos y nos habían superado los acontecimientos. Todos querían llevarse los réditos de lo encontrado: el Patronato, la Universidad, los Grupos de Espeleología (GESA), entonces no había federación… así que decidimos hacer una salida diferente. Nuestros padres nunca nos prohibieron nada pero aquellos días y al ser 1 de mayo nos pidieron que no fuéramos. Los mineros habían prometido que sería un día movido, así que yo hice caso a mis padres y no fui, pero mi hermano sí. Tito era muy cabezón y como eramos ocho, consiguió despistar a mis padres en un ir y venir de mi padre a mi madre y viceversa. Aquel día con él no estaba ninguno del grupo que habíamos realizado el descubrimiento, sí estaba Marta Blanco que luego sería una de las mejores montañeras y escaladoras de la época. Al llegar a la Cueva la Canal y quitarse la mochila y el material que llevaba, tropezó y se despeñó. Cuando bajaron a ayudarle ya no pudieron hacer nada. Lo bajaron sus propios compañeros y lo velaron en la iglesia de Las Agüeras. Nos enteramos porque alguien llamó a casa y mi padre le dijo a uno de mis hermanos mayores que Tito había tenido un accidente en Quirós y que pintaba mal y allá fueron.»

Un día intenso

Para Isidro García García, vecino de Las Agüeras y que por aquellos días era el encargado de llevar el Juzgado de Paz de Quirós, aquel día fue un día intenso.

«Cuando llegaron a avisarme del accidente estaba trabajando la tierra. Pronto nos pusimos en marcha, el juez de Pola de Lena,  Carlos María Balver García, nos dijo que fuéramos bajando y así lo hicimos». Isidro subió hasta el lugar del accidente con Modesto, el párroco de la zona y allí con una camilla entre todos lo bajaron para llevarlo a la iglesia dónde se procedió una vez presentes el juez y el secretario del juzgado de Pola de Lena a practicar el acto del levantamiento del cadáver. En una casa próxima se practicaron el resto de las diligencias. En el juzgado de paz de Quirós está inscrita la defunción».

Picu Gorrión, en donde se despeñó Tito Bustillo

Para Eloísa y su familia «que la cueva lleve su nombre es un orgullo, pero fue un golpe muy duro, de hecho mi madre murió dos años y medio despues». Recuerda a sus padres sin consuelo, pero  muy arropados. Durante los meses siguientes y diariamente muchos de sus compañeros del instituto, del grupo de montaña, entre ellos Lalo Azcona, acompañaron a la familia. Unos meses más tarde se hizo una misa en Quirós y se puso una placa en recuerdo del joven fallecido. Los padres de Tito escribieron una carta de agradecimiento, estaban contentos de que su hijo hubiera pertenecido a un grupo capaz de mostrar tanta humanidad y tanta solidaridad.

Cuenta Eloísa que Félix Rodríguez de la Fuente hizo un documental con testimonios de todos ellos tras el fallecimiento de Tito del que apenas se conserva un trocito de metraje y en el montaje no se mencionaba que la muerte había tenido lugar en Quirós «Tito murió en Quirós, esa es la verdad, a posteriori hemos ido con algunos de nuestros cuarenta sobrinos a enseñarles la zona para que conozcan la historia». A la pregunta de sí, entre tantos, alguno ha heredado el amor por la montaña de sus tíos, Eloísa nos dice con un punto de ironía que la vida ahora es muy diferente y es más importante ir a clase de inglés.

Tito en un campamento con dos amigas

La muerte de Tito en Quirós, el menor de ocho hermanos con apenas 18 años alejó a Eloísa un poco de las cuevas, pero volvió:«participé en el cmpamento de Espeleología que se celebró aquel verano e hice un curso porque de repente me daban respeto. Me convertí en monitora, llegando a hacer muchas más cuevas de las que había hecho hasta el momento, siempre he sido una pisapraos«.

 

 

 

 

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