Publicado el: 10 Abr 2017

La casería de Puerma, como las de antes

El pueblo conserva un conjunto etnográfico con más de un siglo que mantiene su estructura original

El conjunto de Puerma / Foto Esther Martínez

Esther Martínez / Las Regueras

En Puerma (Valduno, Las Regueras) se ubica probablemente la única casa del concejo que, con más de un siglo de vida, sigue manteniendo su estructura original, y en su interior alberga muebles y enseres domésticos que aunque a sus propietarios no les guste denominarlo así, dan la sensación de ser un museo etnográfico, si no fuera porque en este caso sus habitantes utilizan en su vida cotidiana tanto la gran mesa antigua de la cocina, la masera de madera, la rueca, los calderos de cobre colgados del techo, los cuencos, los cestos, las cacerolas, los viejos armarios de castaño, las pieles curtidas y el telar. En él, Paz, en este momento está tejiendo una bufanda con parte de la lana de sus ovejas xaldas.
Desde el año 2000 viven en esta casa que Xosé Ambas les ayudo a encontrar.
“Cuando se la enseñamos a constructores y arquitectos nos dijeron que era una ruina, nos aconsejaron tirarlo todo pero precisamente la compramos para mantener la esencia tal y como estaba”.
“La vida urbana es bastante tóxica y a los que vienen de fuera les molesta la caleya y el cucho. Eso es porque los paisanos del pueblo no se sienten orgullosos de su cultura, se siente inferiores y todo lo foráneo les parece mejor porque nadie les enseñó a valorar lo suyo”.
No sólo sorprende la casa, sino el conjunto en el que se integra, formado por tres hórreos, un forno y una cabaña de cubierta vegetal. El hórreo más antiguo procede de un pueblo de Pravia y está datado en el siglo XVII. Su decoración le costó a Paz ocho meses de trabajo. Otro de los hórreos procedente de Salas y con trescientos años de antigüedad es el único de Las Regueras con teito.
“La gente se extraña de un hórreo con cubierta vegetal cuando en esta zona hasta el siglo XVII todos tenían cubierta payiza, luego llegó el tablizo y más tarde la teja”, explica.
Tanto el conjunto como la casa son elementos incluidos en el catálogo urbanístico con la máxima protección.
También en Llazana cultivan escanda y Xandru amasa el pan para el consumo propio. La leche la compra en una ganadería de Alceu (Soto) y aprovecha la nata para galletas y manteca.
Xandru Fernández y Paz tocan la gaita y bailan en el grupo Andecha Folclor d’Uvieu.
Durante una época de su vida, Xandru trabajaba partes de la gaita; roncones y fuelles que se vendían a Francia, Catañuña, Aragón, Galicia y Madrid ,y Paz construía panderos.
A esta pareja, que decidió hacer de lo tradicional su modo de vida, les gustaría poder vivir de la tierra, pero cada uno tiene su profesión fuera de este paraíso tradicional.
“Claro que es viable la ganadería, pero cambiando el sistema de explotación, sería fundamental la concentración parcelaria y el cultivo extensivo pero antes hay que preguntar a los paisanos; ellos tienen que decidir cómo quieren gestionar su territorio”. Xandru Fernández cree también que los años 50 y 60 fueron nefastos para el mundo rural y que entonces interesaba vaciar los pueblos y reclutar mano de obra barata y poco cualificada para la industria y la construcción. Y piensa que un pueblo que no utiliza todos los recursos está cometiendo un grave error.

Comentarios:
  1. Sara Peláez dice:

    Fantástica casería, no la conocía, gracias por descubrirla. Tenemos que verla por dentro en nuestra sección de Mi casa asturiana.

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