Publicado el: 15 May 2017

El Principado calcula que en Asturias hay 38 manadas de lobos

Luz verde al nuevo programa de control de la especie, que fija un cupo de 45 ejemplares para abatir en el periodo 2017-2018

La consejería asegura que la población no ha crecido, y se mantiene estable desde hace cuatro años, y que los daños han bajado respecto a 2015

Un lobo ibérico / Foto de Fapas

Redacción/Grado

El Principado calcula que en Asturias hay unas 38 manadas o grupos familiares de lobos, y que la población se mantiene estable desde hace cuatro años. Este es uno de los datos del programa de actuaciones para el control de esta especie que hoy aprobó el Consejo Consultivo del Plan del Lobo. Tal como adelantaron las organizaciones ecologistas, la consejería establece un cupo de 45 lobos, que se podrán abatir en la temporada 2017 y 2018.

«El programa de actuaciones de control del lobo que la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales desarrollará en el periodo 2017-2018 establece un cupo máximo de 45 ejemplares para abatir. Este documento, que ha sido presentado hoy por el director de Recursos Naturales, Manuel Calvo, fija la misma cifra que en el periodo anterior», señala el Principado en un comunicado, en el que destaca que el nuevo documento «da cumplimiento al II Plan de Gestión del Lobo del Principado de Asturias, que obliga a elaborar programas anuales y define los cupos de extracción estimados para cada zona de gestión de presencia habitual y para el conjunto de la esporádica. Estos límites se fijan en función de los datos poblacionales recogidos y la evolución del número de daños y del grado de conflictividad social existente, así como de la disponibilidad de posibles presas silvestres y los métodos a emplear en cada caso»

En la actualidad, según el Principado la población de lobos estimada en los ciclos naturales de 2015 y 2016 es de 37 y 38 manadas o grupos familiares, respectivamente, que se mantienen estables respecto a los años 2013 y 2014.

«En cuanto a los daños que se produjeron en todo tipo de ganado y principalmente en ovino y equino, se ha observado un descenso en los dos últimos años. En 2015 se produjeron daños en 4.212 y en 2016 bajaron a 3.494», añade la consejería.

Para las zonas de gestión recogidas en el plan del lobo, el nuevo programa prevé los siguientes cupos: Noroccidental (3), El Palo-Esva (7), Suroccidental (5), Centroccidental (10), Central (6), Centroriental (10) y Picos (4). En esta última se excluye el territorio del Parque Nacional de los Picos de Europa, que cuenta con su propio programa de actuación de control de­rivado de su legislación específica y se realizará en el marco de la coordinación interautonómica.

Las zonas de gestión son aquellas en las que es habitual la presencia de grupos reproductores de lobo. Existen otras áreas en Asturias donde la aparición de la especie, incluyendo su posible repro­ducción, es esporádica. En estas últimas su control se desarrollará permanentemente y sin limitación de cupo, con el fin de mantener su estatus actual como zona de dispersión esporádica.

El plan pretende conservar la especie en el contexto geográfico de la población noroccidental ibérica y realizar una gestión favorable a los intereses de los ganaderos asturianos, tanto minimizando los daños que el animal pueda causar como compensando económicamente los que produzca.

Los ejemplares de lobo podrán abatirse en reservas regionales durante cacerías de otras especies legalmente autorizadas, siempre bajo supervisión del personal de la Guardería del Medio Natural y sin posibilidad de que los cazadores se queden con los ejemplares.

El nuevo documento prevé también la realización de controles de población allí donde su presencia comprometa la viabilidad económica de las explotaciones agropecuarias, teniendo como prioridad reducir al máximo posible los daños por ataques de la especie.

 

 

 

 

 

 

 

 

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