Publicado el: 14 Jun 2017

Los ganaderos de Proaza se hacen trashumantes

David Alonso lleva sus reses a Extremadura y León, ante la cada vez mayor falta de pastos en el concejo por el abandono del monte

David Alonso

Por Loli GALLEGO

El nombre de trashumancia procede de dos palabras latinas, trans =“de otra parte” y humus= “tierra”.Es el paso desde los pastos de invierno a los de verano o viceversa, el destino de los ganados, que procediendo de las frías montañas leonesas iban hacia Extremadura para pasar el invierno y regresaban en el verano a León. Fue en la época romana cuando estas calzadas establecen  la propiedad del terreno por donde pasan, existiendo una calzada que se convirtió en la conocida Vía de la Plata. La importancia de esta ruta llevaba el nombre del emperador romano Augusto, así Augusta Emérita hoy Mérida en Extremadura, pastos de invierno, hasta Emérita Augusta conocida como Astorga en León, pastos de verano.

Hoy, en la primera mitad del siglo XXI, hay ganaderos de Proaza que siguen haciendo esta misma ruta. Nunca Proaza practicó la trashumancia. Sí que tengo la imagen de ver pasar  a los vecinos de las Regueras hacia los puertos de León, sobre todo Torrestío y observaba como llevaban todos sus enseres en carros. Lo que más me llamaba la atención como niña, era ver a los gatos  en las jaulas y a los perros amarrados debajo de los carros. Hoy todo esto cambió y son los grandes camiones con sus trailers los que llevan el ganado  hacia  los pastos,según la época del año.

Los jóvenes ganaderos de Proaza han tenido que tomar decisiones para mantener sus cabañas ganaderas, pues nuestro concejo es casi todo roca y sus terrenos son poco aptos para el pastoreo. Las únicas zonas se encuentran en los puertos de montaña, pero por su extensión no pueden albergar a gran número de reses .

Por otra parte, los montes de pasto de Proaza no están en las condiciones de  producir  alimento suficiente, tanto por su limitada extensión como por sus malas condiciones, pues la limpieza y acotamiento de éstos es importante para una buena producción del pasto. Además, el Principado aumentó la extensión de pasto por cabezas de ganado(UGM) y todo ello ha llevado a los ganaderos de Proaza a la trashumancia.

 

David Alonso es un joven  tratante y ganadero y explica que le gusta más el trato que la explotación ganadera, aunque se dedica a ambas actividades. Tiene 25 años aunque desde los 19 se ocupa de  atender la explotación familiar. Lo  de tratante le viene de raza ya que se remonta por la rama paterna a varias generaciones.

Este joven ganadero explica que en este momento su cabaña  es de unas 140 reses, número que aumenta  con las ferias y mercados. En cuanto al precio del ganado de vida, asegura que está estabilizado a la baja, si bien los terneros mantienen un precio más alto. Destaca la importancia de cebar y de hecho es socio del Cebadero  de Quirós. A los seis meses de ceba ya se pueden vender. Su mercado es Alimerka, la zona de Tineo, Avilés y a las autonomías limítrofes.

David Alonso es un ejemplo de que el ganadero de Proaza se ha hecho trashumante. Alquila pastos en Extremadura y en León. A  Extremadura se llevaron  80  cabezas y para León se llevarán unas 120. La estancia, tanto en los pastos de verano como en los de invierno, viene a ser de unos seis meses aproximadamente. Además, al costo del alquiler de las fincas hay que sumar el transporte, los viajes para controlar el ganado y demás extras, aunque reconoce que es la única manera de poder tener una ganadería rentable. «En este momento  para  mejorar los desplazamientos mi padre compró un camión que tiene una cabida de unos 40 animales entre grandes y pequeñas. Es un camión, con plataforma para poder  transportar forraje», relata. Su objetivo es el día de mañana tener un gran cebadero, algo que, no obstante, lo ve casi como un sueño.

El resto del ganado que no sale fuera queda como remanente en las fincas propias y en las alquiladas, «pues subir a los  puertos de Proaza es casi imposible, ya que te dan como mucho en el reparto cuatro cabezas, como ha ocurrido este año. Entiendo que el concejo es pobre en pastizales pero si hubiera una buena política de aprovechamientos, como limpieza, desbroces y acotamientos durante determinados meses y se erradica el intrusismo (ya que  hay ganaderías que están en el monte durante todo el año) sería más amplia la cantidad de ganado que podría pastar en nuestro territorio», explica este ganadero.

 

 

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