Publicado el: 29 Jun 2017

La parroquia de Taja se opone al pasto libre y denuncia la postura de COAG

Critican al sindicato agrario por fomentar «el fenómeno okupa’ al permitir que las vacas se instalen en prados ajenos

Vacas en el puerto de San Lorenzo

Redacción / Grado
La parroquia rural de Taja (Teverga) ha alzado su voz contra la defensa realizada por el sindicato agrario COAG de flexibilidad en el paso libre de vacas por los pastos y contra las sanciones «desproporcionadas» por ello. Para esta parroquia la secretaria general de COAG Mercedes Cruzado «desconoce el problema del pasto».

«El problema de los pastos no es que «pase una vaca, ni dos. El problema es que son muchas más y hay ganaderos que no las retiran en toda la temporada de pasto, no todos, por suerte la mayoría de ellos respetan las propiedades y usos tradicionales de nuestros montes. Cuando esto sucede, los propietarios, en buena vecindad, envían escritos, a alcaldes de barrio y ayuntamientos limítrofes para que retiren el ganado, sin mucho éxito casi siempre. Es cierto que es inevitable que pase el ganado, pero también es cierto que una sanción llega después de requerir su retirada en varias ocasiones y tras permanecer días, semanas e incluso meses en monte ajeno, nunca por pasar una o dos veces» señalan desde la junta directiva de esta parroquia.

A juicio de los vecinos de esta entidad local cuando la secretaria general de COAG dice que el paso del ganado no supone ningún perjuicio ni para el monte ni para quienes lo aprovechan, está haciendo una afirmación «falsa»  «porque ese pasto tiene propietarios, pueblos y ganaderos que lo necesitan y que viven de ello.  Imagínese el perjuicio, «quebranto económico» como usted dice, que supone que ganado ajeno les coma el pasto. ¿A usted que le parecería que ganado ajeno paste en sus fincas particulares? ¿Acaso fomenta usted el fenómeno okupa?»

Niegan además la existencia de «una líneas divisorias imaginarias».  «Sin ir más lejos, Tolinas subasta sus pastos y no creemos que subaste algo imaginario, sino perfectamente delimitado. La propiedad del monte supone que se puede subastar el pasto o bien ser aprovechado por sus ganaderos, dos formas de gestión perfectamente válidas».
Para la parroquia de Taja «resulta curioso oír a una secretaria general de un sindicato agrario defender el pasto libre, yendo en contra de los usos tradicionales y costumbres del campo asturiano, que siempre respetaron las propiedades de los pueblos y la retirada del ganado cuando pasaba al pasto que no le pertenecía, y como siguen haciendo la mayoría de los ganaderos».

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