La alcaldesa, Rosa Rodríguez, se pone en contacto con la Dirección General de Recursos Naturales del Principado para recabar más información sobre lo ocurrido
Los últimos ataques que provocaron la muerte de un xato y de una vaca se produjeron en la misma zona, por lo que podría tratarse de un mismo plantígrado
F. R. / L. S.N. / Belmonte de Miranda/ Grado
Un segundo ganadero ha denunciado a la guardería por la muerte de una vaca, aparentemente atacada por un oso. La guardería ha aceptado, por los signos externos sobre el cadáver de la res, que el ataque ha procedido de un plantígrado y así lo ha certificado en el expediente abierto. Es la segunda denuncia en los últimos días en la zona entre Dolia y Tiblós, en los límites de los concejos de Grado y Belmonte de Miranda. El ejemplar fue encontrado por su propietario, un joven ganadero de Grado que asegura que el oso ya le ha matado más vacas años anteriores.
La alcaldesa de Belmonte, Rosa Rodríguez, se ha mostrado preocupada por la situación y se ha puesto ya en contacto con la Direccion de Recursos Naturales para obtener mas información. Este segundo ataque presuntamente de oso, tuvo lugar la pasada semana, en el pico Cervera, dentro del término de Tiblós, y muy cerca de Dolia, en donde se denunció otra muerte de un xato de deiz meses por otro ganadero y que apareció también hace unos días. En ambos casos, además de mordeduras tenía zarpazos. La Consejería de Desarrollo Rural ha recibido otras denuncias de la zona, lo que hace pensar de que se trata del mismo ejemplar.
Estos hechos confirman los datos facilitados meses atrás por Sadei, en donde se recogía que los daños del oso al ganado se han multiplicado por cuatro si se toma como referencia el periodo de 2001 a 2014. Efectivamente, según los datos que aporta la entidad pública, en el año 2000 se produjeron 176 expedientes (91.026 euros) por daños causados por el oso a la ganadería y a la agricultura pagados por la administración. En 2014 esos daños se elevaban ya a 409 expedientes, valorados en 142.278 euros.
El presidente de la Fundación Oso Pardo Guillermo Palomero se manifestó en su día en La Voz del Trubia al respecto y consideraba «deseable» que la administración «sea ágil y eficaz en una valoración objetiva y un pago justo de los daños de oso, ya que la buena convivencia con las personas depende en gran medida de ello».
Por su parte, Anselmo García Magdalena, de Asturias Ganadera ya ha propuesto que se faciliten áreas de asentamiento con posibilidades reales de albergar osos: con zonas de cría, arándanos y otros frutos, bosques de hayas, castaños y robles, fauna salvaje «y aliviar así la presión a la que están sometidos los osos, la ganadería y el propio vecindario, que puede hacerse insoportable».
La consejería de Desarrollo Rural considera también que el aumento de la población del oso pardo en Asturias está llegando a una situación compleja. Por eso el pasado invierno se realizaron una serie de charlas en zonas oseras para prevenir ante situaciones de riesgo para las personas «y también para la especie”.
Sólo un 5% de los expedientes que se abren por daños de la fauna salvaje al ganado son provocados por osos, según la Patrulla Oso del Principado. El pasado año se certificó en la zona alta de Grado la muerte de una novilla por un ataque de oso en el pueblo de Vigaña.
Deja un comentario