Dieciséis niños saharauis pasarán el verano con familias de la comarca
Grado y Las Regueras acogen el mayor número de ellos, dentro de la campaña Vacaciones en Paz
F. R. G. / Grado
Desde el pasado jueves dieciséis niños saharauis pasan sus vacaciones con varias familias de los concejos del Camín Real de la Mesa. La mayoría son de Grado y Las Regueras, aunque también hay otras en Candamo, Illas, Somiedo y Proaza. A Asturias llegaron el pasado jueves un total de 260 chavales dentro de la campaña ‘Vacaciones en Paz’ que promueve la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui.
De estos concejos, tanto Grado como Las Regueras se implican de una manera muy directa para hacer que la estancia veraniega de estos niños sea provechosa. Ambos Ayuntamientos suelen organizar actividades, campamentos de ocio y actos interculturales. En el caso de Grado es llamativa, por ejemplo, la decisión municipal de que los niños saharauis que se inscriban en sus campamentos de verano no tengan que pagar nada por ello. El equipo de Gobierno siempre se ha implicado mucho con este colectivo y les suele recibir en el Ayuntamiento para darles la bienvenida y algunos regalos. También algunas entidades deportivas, como el Asturhockey, adaptan sus actividades para que puedan participar los chavales saharauis.
El programa de vacaciones en paz consiste básicamente en acoger a un niño o niña saharaui cuya edad oscila entre los 7 y 12 años, la parte de la población más vulnerable, durante los dos meses que van desde primeros de julio a finales de agosto. Se les trae en esas fechas porque el verano allí es muy caluroso y supera fácilmente los 55 ó 56 grados, provocando incluso la muerte de muchos de ellos; de esta manera, además de estar en un clima más suave, tienen la oportunidad de mejorar la precaria alimentación que reciben en los campamentos y cargar las ‘baterías’ para pasar el resto del año en el Sáhara. También son sometidos a revisiones médicas para tener controlado su estado de salud y solucionar cualquier problema que puedan tener (cosas que aquí son fáciles de tratar y allí, sin embargo, complicadas, por falta de materiales y recursos).