Publicado el: 10 Jul 2017

Dieciséis niños saharauis pasarán el verano con familias de la comarca

Grado y Las Regueras acogen el mayor número de ellos, dentro de la campaña Vacaciones en Paz

Llegada a Avilés, el pasado sábado, de los niños y niñas saharauis

F. R. G. / Grado

Desde el pasado jueves dieciséis niños saharauis pasan sus vacaciones con varias familias de los concejos del Camín Real de la Mesa. La mayoría son de Grado y Las Regueras, aunque también hay otras en Candamo, Illas, Somiedo y Proaza. A Asturias llegaron el pasado jueves un total de 260 chavales dentro de la campaña ‘Vacaciones en Paz’ que promueve la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui.

De estos concejos, tanto Grado como Las Regueras se implican de una manera muy directa para hacer que la estancia veraniega de estos niños sea provechosa. Ambos Ayuntamientos suelen organizar actividades, campamentos de ocio y actos interculturales. En el caso de Grado es llamativa, por ejemplo, la decisión municipal de que los niños saharauis que se inscriban en sus campamentos de verano no tengan que pagar nada por ello. El equipo de Gobierno siempre se ha implicado mucho con este colectivo y les suele recibir en el Ayuntamiento para darles la bienvenida y algunos regalos. También algunas entidades deportivas, como el Asturhockey, adaptan sus actividades para que puedan participar los chavales saharauis.

Uno de los proyectos de la Asociación, en colaboración con la Delegación Saharaui en Asturias, es el de esta campaña, que consigue que cada año una gran cantidad de menores saharauis permanezcan dos meses de verano con familias de acogida asturianas. Cuenta también con la financiación de varios ayuntamientos asturianos, la Axencia Asturiana de Cooperación y la Junta General del Principado de Asturias, que subvencionan el viaje, haciéndose cargo las familias solamente de la manutención.
El programa de vacaciones en paz consiste básicamente en acoger a un niño o niña saharaui cuya edad oscila entre los 7 y 12 años, la parte de la población más vulnerable, durante los dos meses que van desde primeros de julio a finales de agosto. Se les trae en esas fechas porque el verano allí es muy caluroso y supera fácilmente los 55 ó 56 grados, provocando incluso la muerte de muchos de ellos; de esta manera, además de estar en un clima más suave, tienen la oportunidad de mejorar la precaria alimentación que reciben en los campamentos y cargar las ‘baterías’ para pasar el resto del año en el Sáhara. También son sometidos a revisiones médicas para tener controlado su estado de salud y solucionar cualquier problema que puedan tener (cosas que aquí son fáciles de tratar y allí, sin embargo, complicadas, por falta de materiales y recursos).
 
Otro objetivo de esta campaña es “implicar a miles de asturianos de las familias de acogida y de su entorno, en el problema de estos niños y del pueblo saharaui en general, despojado violentamente de su tierra a pesar del reconocimiento internacional a su derecho a la autodeterminación”, señalan desde la Asociación..

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