Publicado el: 21 Ago 2017

Charlatanería política

Por Casimiro ÁLVAREZ

La Real Academia Española de la Lengua define la ideología como la doctrina que recoge las ideas de un movimiento político, que pretende un determinado sistema de organización o gobierno. Sin embargo, la tendencia humana a falsear cualquier idea buena en función de sus intereses personales termina propiciando un escenario totalmente diferente a los principios que pregonan. Los partidos pasan de ser núcleos ideológicos a centros de intereses, prostituyendo la democracia para convertirla en el instrumento que facilita el negocio de los propios partidos políticos, que extorsionan a las empresas y son vergonzosamente subvencionados por el Estado, para facilitar el enriquecimiento de sus dirigentes. De mi propia experiencia, con 65 años recién cumplidos, muchos de ellos con gran dedicación a la política, primero como activista contra la Dictadura, después como partícipe activo en la transición y posteriormente, como observador en casi todas sus opciones aunque sin haber militado nunca en partido político alguno, no puedo tener peor opinión de todas las organizaciones políticas españolas, sin excepción, y lo mismo de todos sus dirigentes. En todos los casos que conozco, el funcionamiento de ellas me recuerda mucho más a las familias mafiosas que a grupos altruistas o desinteresados preocupados en favorecer a la sociedad. A sus cargos, salvo excepciones, les faltan principios, capacidad de trabajo y sensibilidad social, mientras les sobra ambición, intereses personales, palabrería sin contenido e ignorancia. ¡Con semejantes mimbres podemos imaginar el resultado! Las consecuencias no pueden ser peores. Arruinan cualquier organismo público que caiga en sus manos, con inversiones sin sentido cuando no malintencionadas, mientras desatienden las necesidades básicas de sus administrados. Eso sí, entre sueldos, dietas, gastos de representación, comisiones y mordidas, con las que se apuran para llenar sus propias faltriqueras. Ideología, democracia, libertad y justicia en la España actual son palabras vacías de contenido, pura charlatanería para tenernos distraídos mientras ellos, la casta que decía Podemos, y de la que ahora ellos mismos forman parte, la nomenclatura como se decía de la clase dirigente en la antigua Unión Soviética, la clase social predominante formada por políticos, altos funcionarios, banqueros, sus amigotes y parientes, acumulan privilegios y riquezas. Cuando algún político proponga, seriamente, rebajar los salarios de todos ellos a, por ejemplo 2,5 veces el salario mínimo interprofesional, erradicar los infinitos privilegios que ostentan en pensiones, aforamientos judiciales, dietas, transportes aéreos, horarios de trabajo, puertas giratorias y un interminable etcétera, habrá que plantearse escucharlo. Mientras tanto, mi profundo desprecio a todos ellos.

Comentarios:
  1. Nombre...Msri Carmen Álvarez dice:

    Suscribo cuanto he leido ya vivo en un pueblo de Teverga sin carretera, sin saneamiento y sin fuente (pese a que ¿la han arreglado? Jajaja. Cualquier parecido con la realidad es El Quijote.

    • Casimiro Álvarez dice:

      Gracias Mari Carmen. Que a estas alturas queden pueblos en Teverga, o en cualquier lugar de Asturias, en las condiciones que tú describes del tuyo, es una buena prueba de la catadura de los dirigente políticos que nos gobiernan.

  2. xixon dice:

    Suscribo totalmente lo que dice, en España falta la visión de la política que tienen en otros países, p.e. en Alemania o los países nórdicos, donde el cargo político se concibe como un servicio a la comunidad.
    No obstante, también hay que decir que aún tenemos excepciones al latrocinio general, sobre todo en las administraciones locales donde hay muchos concejales y/o alcaldes que no perciben retribuciones.

    • Casimiro Álvarez dice:

      Gracias Xixon. Y claro que quedan excepciones entre las corporaciones locales, y además, tal como tú bien dices, son aquellos que trabajan por sus vecinos «sin sueldo». Lástima que cada vez son menos.

  3. Siempre Negativo dice:

    Casimiro, no hay artículo que escribas donde se pueda leer algo positivo: todo lo que se hace está mal, todos son despreciables… en este en concreto es curioso que criticas a los que dicen exactamente lo mismo que tú. Madre mía, estás envenenaooo y eso que te jubilas, jajaja.

    • Casimiro Álvarez dice:

      Estaba en la cuenta de que era el director del periódico quien decidía lo que se puede publicar, o no, en la Voz del Trubia; no había caído en la cuenta de pedirte autorización a ti, que por otra parte me va a resultar complicado a la vista de tú firma.
      Creo que si durante los próximos 50 años siguiera denunciando las tropelías de nuestros dirigentes políticos, todavía me quedaría corto. Tan sólo con leer los periódicos, ver los informativos o, lo que todavía es peor, observar lo que ocurre a nuestro alrededor, hay material suficiente para llenar la Antigua Biblioteca de Alejandría.
      Pero lo que me resulta más difícil de entender es tu carcajada final, yo no le veo la gracia a lo que dices. Si acaso me produce más pena que risa la interpretación esa de «que criticas a los que dicen exactamente lo mismo que tú», por cuanto supone de capacidad de interpretación. Me temo que necesitas ejercitar un poco más las neuronas.

  4. Siempre Negativo dice:

    La autorización la tienes, puedes escribir como siempre haces, ofendiendo gratuitamente a quien no conoces. Definitivamente te falta bastante sentido del humor y bastante más de modestia.

    • Casimiro Álvarez dice:

      Uff. Menos mal. Ya estaba preocupado por no haber contado contigo. Después de todo tú estás en posesión de la verdad absoluta para decidir lo que se puede escribir, o cual es el grado del sentido del humor o de modestia de cada uno, además de la gravedad de las ofensas y el nivel de justificación que puedan tener. Y todo ello a pesar de la libertad de expresión de quién no es más que un humilde súbdito, que denuncia los atropellos de la privilegiada clase política contra la sociedad de la que viven como parásitos. No importa que yo hable de personajes públicos que en consecuencia están expuestos voluntariamente a la critica de los votantes; mientras que tú, escondido detrás de un nombre falso, atacas una opinión expresada públicamente por alguien debidamente identificado. No, a ti te molesta la crítica pública a los poderosos, probablemente porque tienes mucho que agradecer a nuestros gobernantes, mientras atacas a un humilde opinante que está harto de conocer abusos.
      Tú actitud no es nada nueva, es lo acostumbrado entre aduladores y pelotas, situados siempre al lado de los poderosos para combatir a los que osan molestarlos con pequeñeces. La historia está plagada de personajes así.

  5. Siempre Negativo dice:

    Casimiro, podemos pasarnos los días sin aportar razones o intentar hacer este debate interesante… mis interrogantes son claras y sin ningún tipo de mala intención: ¿a quién denuncias?, ¿has puesto nombre y apellidos?, ¿se puede leer en tu artículo denuncia concreta contra alguien o más bien una generalidad «contra todos»?, ¿se te puede pedir aclarar esa información?
    Dices ser «observador» de la realidad política y que nunca has militado en partido alguno y sin embargo, criticas a todos aquellos que desempeñan labores políticas y dices concretamente que Podemos las denunciaba (exactamente con las mismas palabras como haces en tu artículo), pero ahora los descartas por ser parte de la casta. Si nunca has estado dentro, ¿en qué te basas?, ¿empirismo o teoría?
    Para definir los escándalos de algunos políticos coincido con tus (des)calificaciones para describir sus comportamientos, pero ¿es justo generalizar con el resto?
    Me gusta el aire fresco que Podemos y Ciudadanos han traído a la política, con sus errores, claro que los cometerán, pero que más pronto que tarde, redundarán en beneficio de la sociedad, el mejor ejemplo lo tenemos en los movimientos internos del Psoe, y esperemos que en el futuro también los del Partido Popular, porque si todos los partidos se comprometen, ganaremos todas y todos, porque son esos partidos los que gobernarán las instituciones y condicionarán las vidas de las próximas generaciones.
    Pd: lo que me molesta no es la crítica a los «poderosos», no creo haber conocido alguno en mi vida, lo que molesta es la crítica implícita a la participación de nuestras nuevas generaciones en política. Lo otro, lo que no es política, nos dejó una guerra y mucho dolor imposible de superar.

    • Casimiro Álvarez dice:

      Es un problema discutir con alguien que no lee lo que dices, o no se quiere enterar, o bien es incapaz de entenderlo. Y me temo que tú estás en alguno de estos tres casos.
      De la descalificación general de todo cuanto escribo, pasas ahora a requerir respuestas para una serie de preguntas, que si hubieras leído con un mínimo de atención el artículo, hubieras comprobado que ya están aclaradas. Y comprenderás que no me apetezca dedicar ni un segundo de mi tiempo a labores didácticas, con alguien capaz de poner en cuestión el conocimiento que tengo sobre el funcionamiento de los diferentes partidos, con los que a lo largo del tiempo tuve que tratar intensamente, siempre a instancias de ellos. Y mucho menos con quién se dirige a mí por mi nombre, escondido detrás de uno supuesto, que además tiene la osadía de preguntar cosas así: “¿has puesto nombre y apellidos?”
      Por último, para decir eso de: “dices concretamente que Podemos las denunciaba (exactamente con las mismas palabras como haces en tu artículo)”, hace falta tener una capacidad especial a la hora de interpretar textos.

  6. Casimiro Álvarez dice:

    Cuando miro atrás sobre cómo hemos llegado a esto, a que una democracia de cuarenta años en uno de los países con más larga historia en Europa se vea en la que nos vemos, me llevan los diablos con la podredumbre moral de una clase política capaz de prevaricar de todo, de demolerlo todo con tal de mantenerse en el poder aunque sea con respiración asistida. De esa panda de charlatanes, fanáticos, catetos y a veces ladrones –con corbata o sin ella–, dueña de una España estupefacta, clientelar o cómplice. De una feria de pícaros y cortabolsas que las nuevas formaciones políticas no regeneran, sino alientan:
    https://www.zendalibros.com/espana-es-culpable/

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