Publicado el: 21 Ago 2017

Los asturcones que ‘desbrozan’ y el FAPAS

Por Anselmo GARCÍA MAGDALENA

Recientemente se publicó en un medio de comunicación regional una noticia titulada: “La manada del asturcón «Negrito» limpia montes con GPS”

Esta es otra “cantada” de Fapas parecida a la de poner urogallos de plástico en el monte para que los vean los turistas. Eso sí, siempre subvencionadas y bien publicitadas para que los incautos piensen que hacen algo por el medio ambiente.

Tengo la experiencia de más de 20 años criando asturcones en los pastos del puerto de Marabio en Teverga,  siempre manadas de entre 12 y 18 ejemplares. Tenía que salvar la presuntamente ilegal restricción a 6 cabezas por parte del Ayuntamiento de Teverga, teniendo tres CEAs a mi disposición.

En ese tiempo, desde el 92, en los montes de Teverga pastaron alrededor de mil caballos de todas las razas. Es importante señalar que no hay diferencias significativas en el aprovechamiento del pasto entre los asturcones y otras razas. Todos comen pasto, formado fundamentalmente por gramíneas, ramonean hojas y brotes tiernos de algunas especies arbóreas, algunos tipos de brezo, árgoma y otros arbustos. En ningún caso el ramoneo elimina el matorral ni siquiera impide su crecimiento y extensión. Las especies de matorral arbustivo están perfectamente adaptadas al ramoneo y su capacidad de crecimiento y propagación no se ve mermada.

Lo que hacen los caballos es muy parecido a lo que hacen las vacas con una salvedad: los caballos tienen dientes incisivos (palas), bien afilados, en las dos mandíbulas y pueden apurar el pasto hasta el “tapín”. Las vacas, con incisivos solamente en la mandíbula inferior, pueden aprovechar menos, dejando siempre 1,5-2 cm sobre el terreno. Esa es la razón por la que los caballos pueden aguantar en el monte cuando el pasto escasea y las vacas ya no pueden alimentarse bien.

Ni caballos, asturcones o de otras razas, ni vacas, desbrozan el monte. Todas las especies domésticas contribuyen a mantener los pastos pero es imprescindible la intervención humana. Es cierto, y así lo reconoce la reciente supresión de los injustos acotamientos al pastoreo en las zonas quemadas, que la presencia de ganado en lo quemado, favorece la aparición de pasto y retarda la vuelta del  matorral. Repito: en lo quemado, no en lo sin quemar.

Los prados, pastizales y tierras de cultivo en Asturias son consecuencia de milenios de trabajo de ganaderos y campesinos, mediante talas, desbroces, quemas y aprovechamiento agrícola y ganadero.

Lo que provoca el actual crecimiento incontrolado del matorral, en detrimento del pasto, son las normativas medioambientales equivocadas e ilegales que expropian a los vecinos y ganaderos su derecho a la gestión de lo que, genéricamente, se denominan “montes comunales”. Sin quemas, desbroces y pastoreo no hay gestión posible.

Próximamente trataremos específicamente el asunto de los “comunales” y el derecho a la recuperación de su gestión por parte de los vecinos.

Comentarios:
  1. Benigno Varillas dice:

    Lo desbrozan con su peso, por pisoteo. Se ve a simple ojo, es bien sabido, y seguro que a Anselmo se le pasó por alto al creer que se hablaba de siega a diente, ya que él, que probablemente es el que más sabe de Asturcones, lo sabe de sobra con su larga experiencia, que caballos y vacas logran lo que no consiguen corzos y ovejas, que no pesan. Hay estudios comparativos de parcelas con y sin grandes herbívoros que ya dan datos técnicos y el resultado es espectacular.
    Un cordial saludo, a Anselmo en particular, cuya labor divulgativa sobre el Asturcón en Facebook es excepcional.
    BV

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