Publicado el: 23 Oct 2017

Luz verde a la eliminación de 170 cormoranes en el Nalón y el Narcea

Trece colectivos ecologistas califican de «disparate ambiental» la decisión del Principado de autorizar la matanza de aves

Destacan que hace más de una década se controla la población, sin lograr mejoras para la recuperación del salmón

Cormorán grande/ Foto de Juan Corredera

Redacción/Grao

Un total de 13 organizaciones ecologistas asturianas denuncian la matanza de cormoranes en los ríos. Según sus datos, el Principado ha autorizado la eliminación de 130 ejemplares en el nalón y sus afluentes, y otros 40 en el Narcea, cuencas que riegan la comarca. Además, en otros ríos de Asturias ha autorizado: 30 aves en el Sella, 20 para el Deva/Cares y el Bedón, 5 para el Esva y 5 para el Navia, lo que consideran «un disparate más de la política ambiental del Gobierno asturiano».

«Hace meses que asistimos a una campaña de los pescadores deportivos que solicita incrementar los controles letales de Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) en los ríos de Asturias y eliminar la mitad de la población invernante de esta especie en la región, además de exigir se maten otras especies, como nutrias, garzas y martines pescadores», critican los ecologistas, que destacan que hace más de 11 años que se producen estos controles de población de cormoranes grandes, «habiendo eliminado oficialmente más de 2300 individuos, a los que habría que sumar los ejemplares que no se recogen ni se contabilizan, que podrían superar ampliamente ese número. A pesar de esto, no se ha frenado el declive de las poblaciones de salmónidos, que era el objetivo que se perseguía con estos descastes. Cabe apuntar que esto es una cortina de humo, ya que se ha tomado a esta especie como una cabeza de turco para no afrontar los verdaderos problemas causantes de este declive: contaminación, furtivismo, encauzamientos y dragados de ríos, destrucción del bosque de ribera, presencia de presas, embalses y otros obstáculos que impiden el libre movimiento de los peces a lo largo de los ríos y el acceso a las zonas de freza en las cabeceras, repoblaciones que erosionan genéticamente las poblaciones, introducción de especies alóctonas, sobrepesca, etc.»

Las organizaciones destacan también que los cormoranes no son una especie invasora, sino que se trata de un ave migratoria que pasa el invierno en los ríos y costas asturianas. Además, señalan que estas aves «no han entrado en los ríos debido a la falta de alimento en el mar. Se está confundiendo a esta especie con el Cormorán moñudo, una ave marina, sedentaria y que se encuentra en peligro de extinción según el Libro Rojo de las Aves de España». Además, destacan el importante papel que desempeñan los depredadores fluviales en el equilibrio ecológico, y achacan el aumento de la población «al incremento del número de explotaciones de piscicultura industrial que han proporcionado alimento abundante y fácil de conseguir y que han repercutido positivamente en la supervivencia y en el éxito reproductor y por la suelta masiva de peces, sobre todo de especies alóctonas, en embalses con destino a la pesca deportiva. Se debe reducir el acceso a estas fuentes de alimento fácil en las poblaciones de origen y no incrementar los descastes en las zonas de invernada, tal como recomienda el proyecto REDCAFE (“Reducing the Conflicts between Cormorants and Fisheries on a pan-European scale”) (Carss, 2000)». Y recuerdan que el 2008 el Principado reconoció que la eliminación selectiva de cormoranes grandes no estaba siendo eficaz para la recuperación se salmones y truchas, pese a lo cual se ha seguido autorizando su eliminación. «La Administración no debe improvisar su gestión como respuesta a presiones de ciertos grupos, sino que debe desarrollar los planes de conservación de especies atendiendo a criterios científicos y éticos», concluyen, por lo que piden al Principado «el cese de las prácticas de descaste de cormoranes grandes.», y que aclare su postura ante otros depredadores fluviales, como nutrias, garzas y martines pescadores. Además, reclaman que se busquen soluciones alternativas para mejorar la población de salmón y trucha, mediante «la recuperación de los cauces fluviales, la eliminación de obstáculos, la persecución efectiva del furtivismo, la lucha contra la contaminación, o la reducción de los cupos de captura, entre otros». La propuesta está firmada por: Coordinadora Ecoloxista d’Asturies; Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica; Colectivo Ecologista de Avilés; SOS Cuideiru; Ereba Ecología y Patrimonio; Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL); Coordinadora Ornitolóxica d’Asturies (COA); Grupu d’Ornitoloxia Mavea; Ecoloxistes n’Aición; Asociación el Molin de Adela; Asociación Biodevas; Los Guardianes de la Tierra; Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel).

Comentarios:
  1. Paco Molina dice:

    Parece que solo importan los salmones. Hasta las nutrias se las cargan.
    Qué politica ambiental es esta? Solo lo que da dinero importa?
    A ver si Fernandez, sí, el presi soseras, se marcha de una vez

  2. Keyboard Warrior dice:

    En lugar de matar aves, seria mejor que mataran cerdos. Los rios tienen pocos peces por la porqueria que se hecha en ellos, no por los cuatro pajaritos de marras.

    Decisiones de políticos de Españistán en estado puro, como siempre, sin el aval científico. Patético.

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