Publicado el: 09 Nov 2017

Laura Castañón: «Para crear un buen personaje hay que convivir con él»

La escritora compartió sus experiencias con los participantes del club de lectura de Las Regueras

Laura Castañón, en el centro, durante su visita al Club de Lectura de Las Regueras

Beatriz Álvarez/Las Regueras

La escritora Laura Castañón, natural de Santa Cruz de Mieres, compartió ayer su novela “Dejar las cosas en sus días” con los participantes del club de lectura de la biblioteca pública de Las Regueras. Un grupo menos numeroso que en otras ocasiones debido al día desapacible, pero muy entusiasta, abrigó e intercambió opiniones con la autora, que se desplazó desde Gijón para la ocasión. Se trata de su primera novela, que publicó en el verano de 2013. Acaba de sacar al mercado esta primavera la segunda, «La noche que no paró de llover», y está inmersa en la corrección de su último trabajo. L aura Castañón trabajaba en temas de programación cultural y comunicación empresarial cuando fue diagnosticada de fatiga crónica y fibromialgia, tuvo que dejar de trabajar. Acostumbrada a un alto ritmo de trabajo se vio, de repente, sin poder seguirlo. Entonces, y para desterrar de su mente la palabra depresión asociada en muchos casos a este tipo de enfermedades, aprendió a hacer patchwork. Este trabajo laborioso de «coser trocitos de tela» y el recuerdo de su infancia de la Casa de Pomar, una casa donde en palabras de su madre «vivían las señoritas de Pomar y en la que había biblioteca y sala de billar» la condujo a pergeñar lo que no deja de ser otra obra más de patchwork, aunque mucho más ambiciosa, su primera novela. Para Castañón escribir esta novela fue «como ir cosiendo todas las piezas de manera que ensamblen unas con otras formando un universo particular en el que puedas sumergirte».

Sin la presión de los autores noveles, ansiosos por publicar, y más preocupada por adaptar su vida a su estado de salud, su amigo Gabi Martínez, escritor y crítico literario, le pide leer la novela. «Fue de forma informal, nos encontramos en un acto público y le dije ¿no sabes que acabo de escribir una novela?. El me pidió que se la mandara. No me apetecía nada porque es un crítico muy exigente, pero mi marido insistió e insistió, es muy pesado mi marido» – dice haciéndole un guiño- «Y se la mandé. A los pocos días recibí un email suyo en el que decía que no sólo le había gustado sino que la iba a enviar, sí o sí, a una editorial. Poco tiempo después me llamo Alfaguara para decirme: «Si tú quieres, nosotros estaríamos encantados de publicarla».

Para algunos críticos el tema de la novela es la Guerra Civil, pero es mucho más: «Realmente no trata sobre la guerra civil, los personajes viven los momentos previos a la guerra y luego, cuando empieza, todo se desarrolla a un ritmo mucho más rápido. La guerra es una tragedia tan terrible que indudablemente influye en todas las facetas de los personajes, pero es más que eso. Es una novela sobre la memoria que además toca otros muchos temas». Las lectoras presentes en el encuentro preguntaron ayer a la autora sobre la fase de documentación de la novela. «La fase de documentación me encanta porque es un momento de descubrimiento. Tiene dos partes. La primera es cuando lees todo lo que está publicado sobre la época y sobre los personajes reales que vas a incorporar y la segunda es cuando te pones a escribir y te vienen las dudas de si esta palabra, este objeto, esta prenda de ropa… Yo pregunté mucho porque lo que no puede pasar es que te encuentres con una fregona en los años veinte.»

En relación a los personajes los lectores coincidieron ayer en que están muy bien trabajados. Para Laura Castañón (madre de la poeta y diputada por Asturias en el Congreso Sofía Castañón) el secreto es «instalarse en la historia y convivir con ellos. Hay un momento en el que estás habitando dos mundos el real y el inventado. Para que los personajes sean verdaderos tienes que vivirlos y esto tiene un efecto en los lectores y es la sensación de compañía de los personajes aunque cierres el libro y así me lo contaban una lectora.»

Respecto al público que ha tenido, «Dejar las cosas en sus días» es uno de los libros más apetecibles para los clubes de lectura de Asturias. Está siempre pedido. En este sentido la autora confiesa que se ha llevado muchas satisfacciones «Tengo una lectora alemana estudiante de español, la madre de un alumno de mi hijo, y para ella esta novela es el primer libro que leyó en español. Muchas lectoras se han acercado a mi para confesar que se ven reflejadas en la historia de Aida, que no deja de ser paralela a la de su abuela. Hay tantas historias que coinciden y se repiten». El libro ha caído en manos de lectores de todo tipo, destaca su autora. «Lectores con nivel y lectores que es lo primero que leen. También gente muy de derechas y muy de izquierdas. Yo he intentado no tomar partido. Me molesta mucho el maniqueísmo que hay en ciertas novelas. Los personajes son héroes o cobardes con independencia de su pertenencia a un bando o a otro, a una ideología o a otra. Trato que tengan coherencia independientemente de su posicionamiento vital».

También le preguntaron las lectoras sobre qué está leyendo ahora, sobre esto Laura contestó «He leido mucho, pero una de las consecuencias de la fibro es que me cuesta más concentrarme para leer. He leído mucho, sobre todo novela, realismo mágico, novela española, novela negra. Ahora estoy leyendo el último libro de Víctor del Árbol».

Una tarde otoñal, lluviosa y fría, en la que la biblioteca de Las Regueras se llenó con la luz de esta autora que, como dijeron en su presentación a cargo de una de sus alumnas en los talleres de escritura que habitualmente imparte en Gijón, «Laura es luz y es contagiosa».

El Club de Lectura de Las Regueras de la mano de su bibliotecaria Esther Martínez Álvarez, colaboradora de LA VOZ DEL TRUBIA, es un auténtico centro dinamizador de la cultura en el concejo. Ayer apuntaban la posibilidad de acudir, cuando el tiempo mejore, a visitar el poblado minero de Bustiello, Macondo particular de los Montañés, familia protagonista de «Dejar las cosas en sus días» y un personaje más de la novela, porque si algo hace bien Laura además de construir personajes fantásticos es esto, recrear la atmósfera y el espacio físico y temporal de forma tal, que sean protagonistas principales de la trama.

 

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