Publicado el: 21 Nov 2017

Otra de Cataluña

Por César José LLANES

Este gran espectáculo del separatismo catalán, pueblo revolucionado, que no revolucionario, posiblemente sea una estrategia para reformar la Constitución e implantar el federalismo en España en beneficio de las comunidades más ricas y de sus oligarcas.

Esta izquierda defendiendo, no sé que intereses, siempre tuvo dos discursos, uno cuando se ponen la cazadora para dirigirse al obrero y otra cuando se ponen la chaqueta para dirigirse al consejo de administración.

Asturias, gracias a los políticos de izquierdas, pasó de estar entre las tres provincias españolas con más poder adquisitivo a estar la última, y ahora con el federalismo los asturianos, al ser una provincia pequeña, pobre y con el PIB uno de los más bajos de España, tiene muchas posibilidades de que se reduzcan los sueldos y las pensiones, aumentarán los impuestos y todo eso gracias al federalismo.

Si en Asturias tuviésemos gobierno, a estas alturas, ya tendrían que estar advirtiéndonos y haciendo un llamamiento a todos los asturianos para salir a la calle a defender nuestros intereses. Naturalmente eso no sucederá pues el señor presidente del Gobierno asturiano no creo que contradiga a su líder con lo del federalismo, él y todo su gobierno supuestamente callará la boca al mismo tiempo que su partido para mantener así desinformados a los asturianos y no tener oposición a ese sistema político y económico lo cual ayudaría a aupar a la presidencia del gobierno a su líder.

Últimamente me estoy dando cuenta de la estrategia de toda la izquierda española para mantenerse como líderes políticos se basa en, uno: pedir mucho, lo cual el pueblo agradece,y dos: dejar pasar el tiempo hasta que se queda en nada. Ejemplo: no a las diputaciones, al senado, reducción de diputados provinciales y nacionales… todas estas reivindicaciones y cien más se desvanecieron y ya no hablan de ellas. Sin embargo ahí los tienen, lo que mejor se les da  es el bla, bla, bla  haciendo homenajes a los transgresores folclóricos  que se ponen el pelo de colores, llevan lentejuelas en la chaqueta, cantantes y otros de su palo. Sin embargo, jamás transgreden nada del sistema económico de este capitalismo salvaje para beneficio de los que dicen defender. ¡Niño esto no se toca que viene el coco! Y ellos son obedientes.

La verdad es que tener una izquierda para eso no merece la pena. Nos sale muy cara. La conclusión es que la izquierda no es sinónimo de nada. Solo sirve para desmovilizar al ciudadano pensando que tiene políticos que lo representan y lo defienden y solo sirve para intentar domesticarnos y controlarnos.

En Asturias tenemos la peor izquierda de Europa que nos gobierna, pero también la peor derecha en la oposición. Pónganse en lo peor.

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