Publicado el: 10 Dic 2017

Iván Piñuela: «Hay que implicarse con la gente»

El nuevo secretario general del PSOE ovetense, el trubieco Iván Piñuela, nieto de Celia y Yayo, ayudó durante años a su tío Juanjo, el panadero de Trubia

Iván Piñuela, frente a la casa de sus abuelos, en Trubia

Fernando Romero/ Trubia
A Iván Piñuela (Tarragona, 1977), aunque le nacieron por circunstancias en Cataluña, es trubieco por vía materna y está muy arraigado a la villa cañonera. Regresó a su pueblo en 1981 y allí se crió hasta que se fue a estudiar a la Universidad a Oviedo, aunque siguió ayudando los fines de semana a su tío Juanjo, el panadero de Trubia, lo que le sirvió para conocer a mucha gente de toda la zona rural. En Trubia todo el mundo le saluda y él siempre contesta con su peculiar sonrisa. Iván, que hasta ahora había sido el responsable de la secretaría de organización de la Agrupación Socialista de Oviedo con el equipo de Wenceslao López, actual alcalde, es ahora su secretario general. Los que le conocen pueden entender fácilmente por qué en la levantisca agrupación ovetense, históricamente minada de conflictos entre familias antagónicas, haya conseguido que solamente se presentara una candidatura, la suya. La razón: su talante abierto, conciliador y nada rencoroso, además de su encanto personal. Se define como un hombre de izquierdas y está en plena sintonía con Pedro Sánchez y con Adrián Barbón en lo que considera “un giro a la izquierda de su partido” en el que se siente “muy cómodo”.
Su abuela Celia regentó una peluquería en Trubia y su abuelo Yayo era transportista. Además tiene a sus tíos y primos a los que visita con frecuencia. De casta le viene al galgo, porque su madre Pilar Suárez estaba afiliada al PSOE y formaba parte de la Ejecutiva de Antonio Masip. Él empezó en las Juventudes Socialistas con 18 años y con su amigo trubieco Toni. “Decidimos afiliarnos, aunque yo me conformaba con arreglar el mundo sentado con mis amigos”. Pocos años después ingresó en el partido. Su mayor implicación la causó precisamente su sentido de la justicia y el ser testigo directo del autoritarismo de un PSOE que no reconocía: “cuando empezaron las primarias en el partido y estábamos debatiendo nuestro candidato a la alcaldía, la FSA nos impuso a Paloma Sainz, lo que molestó mucho a la Agrupación. Nos enteramos por la prensa y por la prensa contraatacamos. Abrieron 15 expedientes, a mí también y la Justicia nos dió la razón en todas las instancias. A partir de ahí se creó un grupo muy afín, un sector crítico al principio minoritario pero luego se hizo mayoritario hasta que ganó Wenceslao la secretaría, hace ya 5 años”.
Piñuela tiene una gran labor que hacer en un partido radicado en la capital de Asturias pero con una afiliación que apenas supera los 800 afiliados, habiendo tenido más de un millar. Una crisis que vino, a su juicio, “porque el PSOE llevaba años viviendo de las rentas y eso no vale, hay que implicarse con la gente porque si no se van”.
Algo que no ha ocurrido en Trubia, cuyos votantes siguen siendo leales, “de hecho Trubia fue de los únicos sitios en los que seguimos ganando en las elecciones”. Y eso se nota en el “lobby” trubieco de la nueva Ejecutiva ya que, además de Piñuela le acompañan Manolo Valle, que fue profesor en Trubia y Hugo Flórez, de Perlavia.

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La Voz del Trubia