Publicado el: 30 Dic 2017

Emotivo concierto de la Camerata Revillagigedo en la iglesia de San Pedro

Dirigida por Pepe Avello, la formación incluye a las componentes de la antigua Schola Cantorum de la villa

La Camerata Revillagigedo, ayer en Grao/ Foto Esther Martínez

Esther Martínez/Grao

Dentro del ciclo de conciertos que les ha llevado estas navidades por cinco localidades asturianas la Camerata Revillagigedo actuó ayer en Grao, dirigida por Pepe Avello, que durante varios años fue director del Conservatorio de Valdés y uno de los impulsores de la música coral en la villa moscona hace más de treinta años.

El pasado año un grupo de las que fueron sus alumnas en la Schola Cantorum de Grao se reunieron para tributarle un cálido homenaje con motivo de su jubilación. Aquellas niñas a las que Avello inició en la música emocionaron al maestro quien les ofreció retomar de nuevo su afición al canto. Durante este último año ensayaron dos veces cada mes y el director les ofreció incorporarse a la Camerata Revillagigedo para el ciclo de conciertos de Navidad. Ayer un Pepe Avello emocionado decía al finalizar el concierto que dirigir  en la iglesia de San Pedro de Grao después de treinta y seis años era especial.

Así lo fue también para las componentes de la antigua Schola Cantorum, que como María José Rodríguez, reconocía haber pasado nervios “porque el repertorio era de un gran nivel y llevábamos poco tiempo ensayando, pero lo que bien se aprende nunca se olvida y sólo con mirar el gesto de Pepe, o su sonrisa ya sabemos lo que estamos haciendo bien o mal. Es una suerte haber aprendido de un gran profesional y que haya contado con nosotras después de treinta años. Cantar en esta iglesia,  ante los nuestros y con la Camerata era un reto y lo más importante es que lo hemos disfrutado como cuando éramos niñas”.

Hoy en Avilés finalizarán este ciclo de conciertos, en el que entre entre otras piezas  interpretan  varias composiciones  del argentino Carlos Guastavino, como “Una pena nuevamente” o “En los surcos del amor” y villancicos  típicos como “White Chirstmas” o “A merry Christmas” de Irving Berling.

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