Publicado el: 19 Ene 2018

Proaza llora la pérdida de Tola y pide más osos para el cercado

El alcalde del municipio, Ramón Fernández, destaca que en poco tiempo sólo quedará Molina en el cercado

El regidor de Santo Adriano, Jesús Muñiz, hace hincapié en el papel que las dos osas tuvieron en el desarrollo económico de los Valles

La osa Tola/ Fundación Oso de Asturias

Redacción/Grado

Proaza y Santo Adriano, concejos en los que está el cercado y la Casa del Oso, lloran la pérdida de Tola, la osa que junto con su hermana Paca se convirtió en un referente de la recuperación del oso cantábrico y, para los dos concejos, en un importante revulsivo turístico, que dio su sentido a la Senda del oso, eje que vertebra toda la comarca de los Valles. El alcalde de Proaza, Ramón Fernández, pide al Principado más ejemplares de oso para el cercado, tras la muerte de Tola. «Era un símbolo de Proaza pero también del Valle y de la zona. La osa era ya muy mayor, y su muerte era algo esperado. Al quedar sola la hermana, no le quedará mucho de vida, por eso desde el Ayuntamiento estamos desde hace tiempo haciendo gestiones para que se sustituyan, pero parece que hay miedo a los ecologistas, pero hay que ir pensando en llevar más ejemplares al cercado», afirma el regidor de Proaza.

El alcalde del cercano concejo de Santo Adriano, Jesús Muñiz, también destaca el atractivo turístico de las dos osas.»Pues por más que era algo previsible por la enfermedad que venía arrastrando desde hace 5 años y su edad hay que lamentar la pérdida de un referente para la comarca. Su llegada y la de Paca al cercado fueron un gran atractivo y contribuyeron a la divulgación de la Senda del Oso y por tanto a la economía del Valle con el desarrollo de actividades vinculadas a la misma. Es muy importante el papel desarrollado por la Fundación Oso de Asturias». Respecto a la petición de más ejemplares, Muñiz destaca que «ahora mismo hay dos osas en los cercados».

La Fundación Oso de Asturias ha hecho público un mensaje en el que señala que la muerte de la osa, rescatada junto a su hermana con apenas seis meses de vida después de que un cazador furtivo matara a su madre, «deja un hueco muy grande en el corazón de todos los amantes de la naturaleza y en especial en el personal de la FOA que lleva más de 20 años al cuidado de Tola y de su hermana Paca». La osa estaba ya muy deteriorada, y su muerte se debió, según la FOA, «a la edad», aunque para concoer la causa concreta habrá que esperar a la necropsia, que se hará en Deva (Gijón)-

 

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