Publicado el: 17 Feb 2018

Los alcaldes piden mantenimiento de los tendidos eléctricos

Belmonte, Quirós y Somiedo reconocen que los apagones se debieron a una nevada «excepcional», y la buena respuesta de las empresas ante la emergencia, pero consideran necesario «mejorar» el cuidado de las líneas

Vecinos de Cortes limpiando el acceso al pueblo / Rosa Álvarez

Redacción/Grado

Durante la última nevada más de 10.000 asturianos se quedaron sin suministro eléctrico, lo que elevó la alerta regional ante la nevada y obligó a hacer un despliegue de los servicios de Emergencia para poder acceder al tendido y facilitar las reparaciones. Los alcaldes de los concejos más afectados por los apagones consideran que debe «mejorarse» el mantenimiento de los tendidos, aunque reconocen que las condiciones climáticas fueron «excepcionales». El alcalde de Quirós, Ovidio García, considera que «mejorar el mantenimiento es necesario, pero con una nevada como la que tuvimos, siempre van ocurrir incidencias». El concejo quirosano fue uno de los más afectados por los problemas de suministro de energía, aunque algunas localidades, como Cortes o Lindes, recibieron suministro a través de generadores mientras se restauraba el tendido.

En Belmonte de Miranda también hubo numerosos pueblos afectados. La alcaldesa, Rosa Rodríguez, destaca que «la situación es cierto que fue muy excepcional con unas condiciones extraordinarias. Pero ahora que sabemos que puede pasar es el momento de prevenir y durante el periodo de buen tiempo limpiar las líneas y despejar». Rodríguez destaca que el Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan de desbroce y corte en altura en las carreteras, para evitar argayos y caídas de árboles, y considera que las eléctricas «deben hacer lo mismo» para garantizar los tendidos.

En Somiedo, el alcalde, Belarmino Fernández Fervienza, destaca que las condiciones de la nevada fueron «excepcionales». «tenemos pueblos a más de mil metros, que están acostumbrados a la nieve, pero esta nevada ha sido excepcional, con acumulaciones de más de dos metros en las zonas altas, y con nieve también en zonas bajas, con medio metro en Pola», señala. «La nieve en estas cantidades se acumula y tumba árboles y tendidos, es en cierto modo inevitable que haya incidencias, pero coincido en que hay que hacer un esfuerzo para mejorar el mantenimiento, y también para investigar dispositivos que puedan evitar estos problemas, en nevadas que aunque son excepcionales, tampoco son infrecuentes, ocurren en un par de años; la última se registró en 2015». Fernández Fervienza hizo hincapié en el sacrificio de los trabajadores y la implicación de las empresas durante la emergencia. «Si cae el tendido y no viene nadie, te indignas. pero los hemos visto ir a hacer reparaciones con la nieve hasta la cintura».

 

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