Publicado el: 09 May 2018

De pensiones y emprendedores (II)

José Manuel R. ANTOMIL

Decíamos ayer que las pensiones eran sostenibles, si nuestros políticos fueran buenos gestores, y no actuaran como voceros del gran capital. Hoy toca hablar de otra ocurrencia de nuestros gobernantes y sus jefes, los insaciables magnates, quienes impasiblemente están dispuestos a convertirnos en esclavos de su codicia.
Han sacado de la manga la «Ley de Emprendedores», una ley que a mi juicio, es del todo injusta, a la vez que está llena de trampas.
Anuncian a bombo y platillo la tarifa plana de 50€ de cuota a la Seguridad Social durante un año; primera trampa: esto es fomentar la competencia desleal con los autónomos que llevan cotizando 30 ó 40 años, que no tienen ninguna bonificación y que a duras penas llegan a final de mes, para mantener sus negocios abiertos.
Además, está Ley, merma los ingresos a la caja de la Seguridad Social, lo que sumado a los míseros contratos y cotizaciones a régimen general, hacen que esta caja va a seguir en precariedad para poder pagar las pensiones de hoy y del futuro. Segunda trampa de mayor calado: ¿quien no tiene un hijo o un nieto con una carrera o dos y varios masters, o con un buen oficio y que está desesperado porque no encuentra trabajo?.
Pues bien, estos chavales y sus padres y abuelos, son un gran nicho para desplumarlos de los pequeños ahorros que aún quedan en las familias.
A los jóvenes desesperados es fácil comerles el coco con tal o cual proyecto. Llegan a sus familias totalmente ilusionados y los padres y abuelos, con tal de ver a sus hijos o nietos felices y que sean capaces de solucionar su vida, pues les ayudan con sus ahorros para comprar o alquilar un local para invertir en maquinaria o mercancía. … y al final negocio abierto, pero ¿cuanto tiempo?
La experiencia dice que salvo raras excepciones, cuatro o cinco años. La misma Administración reconoce que a los cinco años sólo sobreviven el 47% de los negocios abiertos. Al final, ni negocio ni ahorros. Esto, señores míos, es la Ley de Emprendedores.
La solución a la problemática del escaso empleo juvenil pasaría por tener políticos brillantes, con principios, honrados, que fuesen capaces de ilusionarnos y que cumpliesen el programa con el que se presentan a las elecciones. Pero para ello tienen que dejar de ser meros capataces del gran capital. De lo contrario – ya esta empezando- la ciudadanía saldrá a la calle con la consigna de «basta ya», de engaños, de corrupción, de chiringuitos para los amigos….
Y sobre todo, exigirles que no nos provoquen más con sus declaraciones (políticos y banqueros) ni somos tontos, ni vagos y estamos hartos de que pisoteen nuestros derechos y nos tomen el pelo.

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