Publicado el: 11 Ago 2018

Música barroca «de lujo» en Quirós

Gran éxito de público en la iglesia de Bárzana, que acogió el concierto del grupo vocal e instrumental Silenzio Sonoro

Un momento del concierto

 

Beatriz Álvarez / Quirós

La iglesia parroquial de San Julián de Bárzana y el numeroso público asistente, entre ellos muchos niños, algunas jóvenes promesas musicales de futuro, se trasladaron ayer al barroco en un concierto de grandísima calidad y calificado por los asistentes como «un lujo para Bárzana«. Con un poco de retraso sobre el horario anunciado, las 20.00 de la tarde, el grupo vocal e instrumental barroco Silenzio Sonoro ofreció un concierto para el recuerdo bajo el título “Dulces tormentos”.

La formación integrada por Mar Codina, soprano, Fernando Serrano, tiorba y guitarra barroca y Roberto Alonso, violonchelista y percusionista, maestro de ceremonias para la ocasión y que explicó al principio del mismo el menú que iban a ofrecer a los presentes «un programa de contrastes, dulces y tormentosos como es el tormento que produce el rechazo de la amada que en el fondo nos gusta». Para Silenzio Sonoro esta era su segunda vez de la mano de Pablo Rosales en el concejo si bien con unos componentes diferentes pues no incluía la tiorba, un instrumento musical semejante al laúd barroco, pero con mayores dimensiones.
Si el año pasado se recordó a los emigrantes, en esta ocasión fueron obras de los siglos XVI y XVII de autores como Monteverdi, Durón, Strozzi, Marín y Kapsberger del que se ofreció una nana que los intérpretes dedicaron a su pequeño hijo, la atmósfera que se creó fue totalmente diferente.

Pablo Rosales que agradeció al Ayuntamiento el apoyo prestado y recibió a los asistentes, intervino en dos piezas de Jaime Facco, Sinfonia a due violonchelli en do mayor y Sinfonia a due violonchelli en mi menor y acompañó también en la pieza final que fue la repetición de la obra que abrió en concierto.
Nadie podía pensar, seguramente ni el propio Pablo Rosales, luthier y violonchelista, cuando se trasladó a vivir a Coañana (Quirós) hace ya más de diez años buscando paz y paisaje, que este acontecimiento organizado cada verano gracias a su apuesta personal y que empezó siendo un regalo a los vecinos de Coañana por la fiesta del Pilar se convirtiera en una cita obligada del período estival quirosano.

En una clara apuesta por la descentralización de la cultura, la velada cuenta con el patrocinio económico del Ayuntamiento de Quirós desde hace unos cinco años, representado ayer en solitario por el alcalde que además también es vecino de Coañana.

Ofrecer música clásica en Quirós cada verano es un atractivo añadido a la belleza del concejo hasta el punto de que son muchas personas que apuntan en su agenda como cita obligada la velada musical quirosana se desplazan para asistir a este evento desde, por ejemplo, el concejo de Oviedo o la vecina Teverga, pero también venidos de fuera de nuestras fronteras.
El evento que es gratuito recaudó ayer la voluntad entre los presentes para la financiación del alojamiento de los músicos. La música, junto a las demás artes es una fórmula de medida de la vida de un pueblo, Pablo Rosales lo sabe de buena tinta. Enhorabuena.

 

Público asistente

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