Publicado el: 24 Nov 2018

El tesoro industrial de Proaza, al descubierto

Casi medio millar de personas participaron ayer en la jornada de puertas abiertas de la central eléctrica, organizada por EDP por el 50º aniversario de su puesta en servicio

Exterior de la central/ Foto Beatriz Álvarez

 

Beatriz Álvarez/Proaza

Casi quinientas personas, muchas de Proaza y concejos vecinos, pero también desplazados de todas partes de Asturias, se acercaron ayer a la jornada de puertas abiertas que con motivo del cincuenta aniversario de la central hidroeléctrica de Proaza organizó EDP. Lo de ayer fue una fiesta familiar y vecinal, detalles muy cuidados, castañas asadas, sidra dulce y helados de Candás para llevar mejor la espera; especial atención a los niños que tenían programados talleres infantiles y contaron con la presencia de un mago; fin de fiesta con espicha asturiana y música en directo.
La programación empezaba a las 16.30 con la apertura de puertas a los visitantes y el comienzo de las visitas guiadas a la planta de la mano de trabajadores de EDP. En grupos de veinticinco personas se realizaba una ruta por la central con una duración aproximada de veinte-veinticinco minutos. La central de la que solo se ve la imponente estructura de hormigón diseñada por Vaquero Palacio con la intención de integrarlo en el paisaje, el autor se inspira en la caliza de la zona, tiene al menos tres plantas hacia abajo, en la actualidad totalmente informatizado da trabajo a cinco personas, pero sigue siendo una obra tecnológica y arquitectónica digna de conocer y admirar, especialmente por el valor artístico que tiene y le da un plus de valor.
La gran afluencia de público hizo que los tiempos fuesen un poco justos, pero por otro lado la organización y la atención fue impecable.
Una exposición en la planta noble de la central explica cómo se construyó y cómo se inspiró el autor en el entorno que la alberga. Una colección de fotos enlaza la ingente obra del embalse quirosano de Valdemurio con este espacio en Proaza. Nos contaba ayer Ramón Fernández, alcalde del concejo lo que significó para Proaza la construcción de esta central. «Hubo una gran cantidad de trabajadores que se asentaron aquí, muchos arraigaron, imagínate en aquel entonces, yo era un neñu, llegar a Oviedo llevaba una hora de línea por lo que quedarse era lo mejor.»
Un acierto que un espacio como este, una joya arquitectónica de Vaquero Palacios, se abra al pueblo. Al final de la jornada el hormigón se convirtió en excepcional pantalla para la proyección de un vídeo que hizo brillar la construcción.

Asistentes a la jornada de puertas abiertas/ Beatriz Álvarez

 

Participantes en las actividades organizadas por EDP, en el interior del edificio/ Foto de B. Álvarez

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