Publicado el: 15 Ene 2019

El Rellán quedará abierto a los investigadores para identificar nuevas víctimas del franquismo

El Ayuntamiento de Grado permitirá a las familias el traslado de restos que se identifiquen al mausoleo que se está construyendo en el cementerio

El alcalde, José Luis Trabanco, indica la zona de los enterramientos, que siguen por debajo de la antigua granja de cerdos, a su izquierda

F. Romero / Grado

Es la decisión más audaz del equipo de Gobierno de IU en el Ayuntamiento de Grado cuatro meses antes de finalizar su mandato. La adquisición de la finca del Rellán, en donde se ubica la fosa de La Chabola, una de las mayores existentes en Asturias que esconde víctimas de la represión franquista, va sin duda a ser polémica pero «teníamos que hacerlo. Había que dignificar este lugar, la mayor fosa común de Grado, en donde hay enterradas cientos de personas de este concejo, tanto de la guerra como de la represión posterior», dice el alcalde, José Luis Trabanco. «Llevábamos tiempo pensándolo y las negociaciones fueron difíciles. No dimos un euro más de lo que nos valoraron los técnicos», añade el regidor moscón. Para la concejala y diputada regional María José Miranda esta adquisición municipal «es para nosotros un éxito político para terminar el mandato».

La Universidad de Oviedo ha documentado la existencia de 29 víctimas, con sus nombres y apellidos y edades enterradas en esta fosa. Pero hay más. Hasta 400, calculan algunos investigadores, que ahora podrán acceder a la finca para excavar y completar el estudio. En octubre de 1936 fueron enterrados en La Chabola los primeros combatientes republicanos, todavía en plena guerra civil. Aprovecharon las trincheras que cercaban la villa en la vega y los montes de El Rellán, atravesada por la AS-311 hacia el Sur de la villa. El más joven que se ha identificado es un niño de 13 años y la más anciana, una mujer de 80 años. La mayoría eran vecinos de Grado y de los pueblos limítrofes, unos fallecidos en la contienda civil generada tras el golpe fascista del 18 de julio de 1936 y otros, parte importante de vecinos represaliados en la inmediata posguerra. Hay testimonios de los más ancianos que hablan del horror de esta fosa, a la que llevaron a muchos de sus familiares y allí mismo fueron ejecutados. En alguna riada las extremidades de algunos cuerpos, aún no descompuestas, se podían ver sobresalir de la superficie. Algunos vecinos arriesgando el pellejo y ocultos por la oscuridad acudían a tapar brazos y piernas con la tierra. Había mucho miedo y también mucha rabia, pues sobre una parte de la fosa se construyó una granja de cerdos para acelerar el olvido entre la población de lo que allí había pasado y agrandar aún más, si cabe, el escarnio.

Hoy, el Ayuntamiento gobernado por IU quiere hacer justicia 80 años después comprando estas fincas para «dignificar este lugar«, dice Trabanco. Ya existía una lápida en el margen de la carretera indicando que allí está ubicada la fosa. A los responsables del gobierno local les parecía insuficiente.  Ahora los familiares de los represaliados del franquismo en Grado podrán identificar y retirar, si así lo desean, los restos de sus padres, abuelos y tíos para darles un enterramiento digno en el cementerio de Grado, en donde el Ayuntamiento, dentro de su proyecto de reforma, destinará un mausoleo a las víctimas del franquismo.

El contrato de compra se cerró el pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, entre el alcalde y la familia Navas, propietaria histórica de estos terrenos. El Ayuntamiento pagará por 12.183 metros de vega junto al río Cubia cerca de 65.000 euros, con las ruinas de las viviendas y naves agrícolas que albergan.

En cuanto a futuros proyectos para esta finca aún no hay nada decidido. Dependerá, según adelantó esta mañana el alcalde, de que la Ley de Memoria Histórica sea dotada con fondos de los presupuestos generales y se puedan solicitar ayudas. «En cualquier caso todo lo que se vaya a hacer aquí se hará en consenso con las familias de los represaliados».

La Fosa, llamada también de La Mata-Llantrales-El Bailache, fue investigada por la Universidad de Oviedo. Hasta ahora no se ha llevado a cabo ninguna excavación, ya que estaba en una finca privada. Los 29 restos identificados lo han sido de manera documental, a través del Registro Civil de Grado, el Archivo Histórico Provincial de Asturias así como por la información facilitada por Manolo Lazcano ‘Pepe el de la Mata’ y María Luisa Ordiales. De ellos 19 son hombres y el resto mujeres. Los más jóvenes son Jesús García Fernández, de 13 años, natural de La Mata y ejecutado en octubre de 1937 y Ángel Álvarez Flórez, de 15 años y natural de Bayo, asesinado en noviembre de ese mismo año. La más anciana de los identificados es una mujer, Manuela Fernández González, de La Mata, que fue ejecutada en octubre de 1937. Los lugares de procedencia de estas personas son Grado, La Mata, Bayo, Pereda, Castañedo, Villandá, El Rellán, La Vega de Villaizoy y Sorribas y los fusilados eran, en su mayor parte, labradores, según las citadas fuentes.

Listado de las personas que han sido identificadas y que están enterradas en la fosa común  

Monolito en la carretera junto a la finca

El alcalde muestra el trazado de la trinchera que fue aprovechada como fosa común

El alcalde y concejales de su equipo anunciando hoy la compra de la finca

 

 

 

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