Publicado el: 15 Mar 2019

FAPAS lleva al TSJA al Principado por suspender su colaboración

La entidad conservacionista achaca la decisión de la consejería de Medio Ambiente a su «falta de sumisión» ante la política de gestión ambiental asturiana

Una foto de un furtivo realizada por el Fapas / Fapas

Redacción/Grado

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) ha presentado una denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), contra la decisión de la consejería de Infraestructuras y Medio Ambiente de suspender el convenio de colaboración que mantenían con la entidad desde 2004. FAPAS alega que los argumentos esgrimidos por el Gobierno regional «son falsos» y achaca la decisión a su «falta de sumisión» ante la política de gestión ambiental asturiana.

«El TSJA ha admitido la demanda que FAPAS ha presentado  contra la Consejería de Ordenación del Territorio, Infraestructuras y Medio Ambiente por la anulación del Convenio de Colaboración que desde el año 2004 vinculaba al FAPAS  con el Gobierno Regional de Asturias en materia de conservación de la biodiversidad. El Gobierno de Asturias a través de la Consejería de Medio Ambiente ha argumentado  para anular el convenio que FAPAS nunca ha  sido poseedor de permisos y autorizaciones para trabajar en  conservación e investigación, una circunstancia totalmente falsa, ya que FAPAS sí ha poseído  las autorizaciones pertinentes para trabajar en especial con el seguimiento y control del oso pardo», señala la entidad en un comunicado. Y argumenta que «durante años» ha aportado los datos de sus investigaciones y seguimientos al Principado, participando «desde hace décadas» en «las estrategias de conservación de la biodiversidad en Asturias».

La organización achaca la anulación del convenio al viceconsejero de Medio Ambiente, Benigno Fano, «que desde su llegada  a la gestión ambiental generó un profundo cambio en la conservación de la biodiversidad en Asturias, basada en la erradicación de la fauna silvestre de los espacios protegidos de Asturias bajo el pretexto de los daños que causan a intereses rurales, sin contemplar otras medidas de gestión que permitan la conservación de la biodiversidad y la defensa de los intereses agrarios y ganaderos». La entodad considera que es la presión de la caza sobre las presas naturales de los lobos, la retirada de carroñas y la desestructuración de las manadas por la muerte de ejemplares aislados lo que está aumentando el número de daños, ya que los lobos con menos capacidad de caza se ceban en el ganado.

«FAPAS ha alertado en numerosos ocasiones que la desestructuración de la población de lobos en zonas de alta montaña, eliminado ejemplares de manera arbitraria, junto con la disminución de sus presas naturales y la ausencia de carroñas que cumplen un papel de gran importancia en la alimentación natural de estos depredadores es la clave para entender que el lobo se haya convertido en un problema  del mundo rural», señalan en un comunicado, que acusa al Gobierno regional de . La no sumisión del FAPAS a la estrategia del Gobierno de Asturias de aparecer ante la sociedad como protectora del mundo rural matando lobos y la capacidad operativa de la asociación en su trabajo de campo desde hace más de treinta años obteniendo información técnica sobre la evolución de la fauna salvaje que pone en evidencia la aplicación de una política ambiental  de la fauna silvestre torticera,   es sin duda el detonante para que el Gobierno de Asturias a través de la Consejería que dirige el Consejero Fernando Lastra, decidiera poner fin con argumentos falsos a la posibilidad de FAPAS de  continuar trabajando  con la libertad que lo había hecho durante  los  catorce años que ha durado el convenio de colaboración suscrito en el año 2004, tratando de  evitar que  FAPAS  tenga capacidad de  continuar obteniendo información técnica de la evolución de las poblaciones de fauna salvaje de los espacios protegidos de Asturias.

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