Publicado el: 24 May 2019

La verdad y solo la verdad

Josefina ÁLVAREZ

Candidata del PP a la Alcaldía de Somiedo y concejala no adscrita

#elecciones26M

Desde el entorno del actual grupo mayoritario en el pleno municipal no se pierde oportunidad de tergiversar, con obvia intencionalidad, algunos hechos. Para intentar aclararlos, esperemos que de forma definitiva, empezaremos por el final.

El Alcalde no ha perdido ni una sola oportunidad de proclamar a los cuatro vientos que los tribunales le han dado la razón en una denuncia relativa al tema de pastos que en su momento (año 2016) fue planteada por nuestro grupo.

Mino se olvida de explicar que los tribunales ni nos han dado la razón ni nos la han quitado por la sencilla razón de no se han pronunciado en tal sentido.

Olvida el Alcalde (enjuiciado en un procedimiento penal que se juzgará ante la Audiencia Provincial e imputado por el Juzgado de Grado en otro procedimiento penal por contratar a personal municipal sin atender a los principios de igualdad, mérito y capacidad) que los tribunales no han dictado sentencia alguna. Únicamente han dictado un auto de sobreseimiento, provisional a falta de otras pruebas. ¿Qué significa eso? Como el Sr. Fernández Fervienza sabe muy muy bien –no en vano fue estudiante de Leyes en su juventud–  una sentencia es un pronunciamiento sobre unos hechos dilucidados en vista oral, mientras que auto de sobreseimiento sólo significa que el Tribunal entiende no disponer de elementos probatorios suficientes como para pronunciarse en uno u otro sentido, y le da el carácter de provisional contemplando la posibilidad de que en un futuro puedan ser aportados otros elementos probatorios que podrían permitir la reapertura de la causa.

En cualquier caso, el Alcalde se afanó y se afana en hacer su propia e interesada interpretación de tal asunto hasta el extremo de haber obsequiado al Pleno del Ayuntamiento de Somiedo con la lectura íntegra de tal Auto. Resulta curioso y sorprendente que no haya mostrado igual interés divulgativo en la decena de oportunidades en las que los Tribunales sí se pronunciaron, siempre mediante sentencias condenatorias, en contra de sus actuaciones.

¿Qué ocurrió realmente en este asunto relativo a los pastos? ¿Qué hemos hecho desde la oposición? Lo que ocurrió es que ya en el mandato 2011-2015, los concejales del grupo de la oposición, entonces de Foro Asturias, empezaron a recibir quejas de algunos ganaderos que solicitaban ver cómo se había hecho el reparto de pastos ya que ellos entendían que se les habían reducido las hectáreas asignadas y, a consecuencia de ello, también las cuantías de subvención. Como siguió ocurriendo a lo largo de los años siguientes, no tuvimos demasiado éxito en nuestro intento esclarecedor. Sólo pudimos conocer ambigüedades y oscurantismo. Mucho oscurantismo.

Hubo entonces, al menos, cuatro ganaderos que, previa petición de cita con el Alcalde, se personaron en el Ayuntamiento para recabar información a tal respecto. Tenemos conocimiento de que tres de ellos salieron sin recibir respuesta convincente alguna y que un cuarto fue expulsado porque a juicio de Mino no ostentaba la condición de ganadero por el hecho de estar jubilado. ¡Nada como la falta de transparencia para provocar recelos e incertidumbres y ocultar prebendas!

Con la nueva PAC 2015-2020 Somiedo pierde casi un 35% de sus pastos, quedando reducida su superficie pastable a alrededor de 5.000 hectáreas. Es entonces cuando se crean los actuales recintos ficticios y empiezan a producirse adjudicaciones en recintos que no se corresponden con el del domicilio del ganadero adjudicatario. Todo ello bajo el pretexto de que existían recintos que sobrepasaban la carga ganadera.

Es entonces cuando los concejales de la oposición empezamos a pedir información y a consultar documentación encontrándonos con situaciones peculiares y extrañas que nos llamaron poderosamente la atención. Pudimos observar que había ganaderos que no poseían licencia en el recinto que se les adjudicó. Unos en el recinto n.º 1 (Valle de Lago y Coto), otros en el Recinto n.º 3 (Villar de Vildas) y, al menos cinco, ganaderos que perteneciendo al Recinto n.º 4 disponían de licencia en el n.º 5.

Empezamos solicitando el Censo Ganadero. Se nos responde que no existe. Solicitamos el Censo de Población para tener certeza de los domicilios y no se nos facilita. Interponemos demanda por presunta vulneración de Derechos Fundamentales y se celebra una vista con acuerdo entre las partes para que se nos facilite un censo parcial de unos 10 vecinos. Constatamos que, efectivamente, al menos cinco ganaderos tenían licencia en el Recinto n.º 5 pero estaban pastando en el Recinto n.º 4. ¿Por qué se permitía pastar en este último recinto aún habiendo una presunta sobrecarga ganadera y teniendo, por tal motivo, adjudicadas licencias en el n.º 5? ¿Existía o no existía tal sobrecarga? ¿Qué era lo que realmente ocurría?

Todo ese cúmulo de circunstancias extrañas sonaba raro. Más raras aún las excusas y los silencios ante nuestras reiteradas peticiones de información. Una vez más, nuestros intentos de conocer la realidad chocaban con el frontón del oscurantismo, de la escasa transparencia y del silencio. El único camino factible para intentar conocer la verdad era solicitar el amparo de los Tribunales. Y así ocurrió. Lamentablemente no tuvieron oportunidad de pronunciarse por la sencilla razón de que consideraron que las pruebas, obtenidas con fórceps, carecían de entidad suficiente como para abrir un juicio oral y poder pronunciarse con todas las garantías que, afortunadamente para todos, se requieren para dictar sentencia sobre un asunto.

Esa es la única y auténtica realidad y no seremos nosotros quienes cuestionemos una decisión judicial. Respeto absoluto para la Justicia en cualquier circunstancia. Nuestro objetivo como concejales del Ayuntamiento de Somiedo durante los últimos cuatro años ha sido: la transparencia, el cumplimiento de la ley, el bien común, sin privilegios ni prebendas, de todos los somedanos y la búsqueda permanente de la verdad. Hemos apostado siempre por la igualdad de trato y de derechos de todos los somedanos. De todos sin excepción y ese todos incluye sin reserva ni animadversión alguna, todo lo contrario, al conjunto de ganaderos de nuestro municipio que sabemos que son y seguirán siendo por mucho tiempo uno de los soportes más sólidos de nuestra economía.

Por eso, no es bueno tratar de confundir una cebra con un burro pintado a rayas. Quien pudiera afirmar o sugerir alguna animadversión nuestra hacia el colectivo de ganaderos estaría mintiendo y probablemente lo estaría haciendo con intención de engañar. Nosotros sólo podemos decir igual a los ganaderos que al resto de los somedanos que  –tanto si nos dan su confianza para continuar como miembros de la Corporación Municipal como si deciden revocarnos esa confianza– nos encontrarán siempre a su disposición en el camino de la búsqueda de la verdad, de la transparencia y del bien común y  que nunca dejaremos de ser arietes tratando de derribar cualquier obstáculo que se interponga entre la realidad y el estricto cumplimiento de la Ley convencidos de que, como decía Aristóteles: «Es preciso preferir la soberanía de la ley a la de uno de los ciudadanos».

 

 

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