El ganadero quirosano, que fue homenajeado por la asociación de criadores ASEAVA, falleció esta mañana a los 84 años
Por Beatriz ÁlVAREZ
Conocí a Sonia Fernández en Cortes un día de San Melchor, se dirigió a mi para preguntarme si era Bea la de Lola y para decirme que le encantaba lo que escribía, que no dejara de hacerlo, Sonia es de esas personas que se cuelan en tu vida para quedarse, que aunque no las veas mucho sabes que si las necesitas siempre estarán para apoyarte, para animarte o simplemente para escuchar tus penas o alegrías, hoy me toca a mí estar junto a ella y su familia. Esta mañana nos ha dejado su padre, Tomás Fernández de Cortes a los 84 años.
Tomás Fernández dedicó toda su vida a la ganadería en la aldea quirosana de Cortes, en un tiempo donde las cosas no eran como ahora, sin comunicaciones por carretera, trabajar el campo e ir a las vacas era una labor infinitamente más dura que en la actualidad. Tomás trabajó en la ardua labor de la promoción y difusión de la raza Asturiana de los Valles por la que apostó y en la que creía firmemente. El pasado mes de abril durante el XXXII Concurso Subasta Nacional de la Raza asturiana de los Valles celebrado Cangas de Narcea, Tomás recibió un merecidísimo y cariñoso reconocimiento tanto por parte de los profesionales del sector ASEAVA como por parte del Ayuntamiento de Quirós; a posteriori, en junio, con motivo de la fiesta de la Ascensión su trabajo también fue reconocido en un acto celebrado en el Auditorio de Oviedo. Tomás acompañado de su familia agradeció emocionado el gesto. Este ganadero, hombre de campo, unido siempre a su tierra y a sus montañas y que trabajó en la explotación familiar desde niño, se declaraba entonces como un enamorado de la raza Asturiana de los Valles y de los concursos en los que su ganado siempre llevo algún premio, en su ánimo estaba siempre participar y competir con sus mejores reses pero también admirar la belleza de una raza autóctona que es la ideal para su cría en las condiciones del terreno quirosano, perfectamente adaptada a nuestra montaña, a su terreno accidentado y a los difíciles inviernos. Su explotación apostó por la genética y hoy en día, contaba con humor, que aún mandaba algo supervisando el trabajo de quien ha recogido su relevo: su hija Sonia. Me despierto hoy con la tristeza de quien sabe que se va un hombre bueno, trabajador y familiar. Nos queda el recuerdo de una sonrisa siempre dando luz a su cara, una sonrisa que siempre me regalaba cuando nos veíamos, la última vez en mayo, en Bárzana. Le prometí a Sonia subir a Cortes a charlar con el y me queda la pena de no haberlo hecho, ya no andaba bien de salud y no pudimos cuadrar la agenda, por eso me alegro tanto de que los homenajes se los hayan hecho cuando aún pudo disfrutarlos. Descansa en paz Tomás, la buena gente siempre se va antes de tiempo. Vivirás en nuestro recuerdo y en el buen hacer y estar de tu familia. Un abrazo afectuoso para todos, especialmente para tu esposa Maruja, tus hijas, Isabel y Sonia y tus nietos, en especial para Cande a la que inculcaste el amor por esa forma de vida tuya, una forma de vida que se extingue cada vez que perdemos a un hombre como tú.
La capilla ardiente esta instalada en el tanatorio de Mieres y mañana sábado a las 17.00 se celebrará el funeral en la iglesia parroquial de Cortes.
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