Publicado el: 24 Oct 2019

Ye todo mentira

 

Por Casimiro ÁLVAREZ

A pesar de las múltiples evidencias sobre la corrupción generalizada de los políticos, los muy ladinos sigan movilizando a importantes sectores de la sociedad, que todavía no se han desengañado de que todo lo que cuentan es pura mentira, y tienen como única finalidad manipularnos para seguir viviendo del cuento. Andamos muy preocupados por las nuevas elecciones, como si ello tuviera alguna importancia para nosotros. Nada más lejos de la realidad. Tanto si se hubiera formado gobierno como sino, los curritos de a pie lo tenemos crudo. Poco importa el coste o el gobierno provisional; el resultado para nosotros siempre será el mismo; cada día que pase tendremos unos impuestos mayores, y los servicios públicos, pensiones, sanidad y enseñanza, peores. Para mantener los escandalosos sueldos y privilegios de los políticos, se aumenta el endeudamiento público y la extorsión a los trabajadores a base de impuestos. Y ya estamos al límite soportable, de manera que no tardando mucho la UE nos impondrá un rescate similar al de Grecia, que supondrá un recorte de pensiones y salarios del entorno del 40%. Pero a ellos ese problema no les afecta, pues ya serán todos ricos.
Da igual que sean de derechas o de izquierdas, son todos iguales. En mi opinión unos crápulas que no sé si tienen más de facinerosos o de inútiles. Probablemente unos sacacuartos mezcla de las dos cosas. Y aunque nos empeñamos en ignorarlo, las evidencias son palmarias. Basta ver la infinidad de casos escandalosos que han salido a la luz en el PP, en el PSOE, o en todos los demás partidos sin excepción que han ostentado poder en cualquier organismo público. Están igualmente pringados en IU, Convergencia, independentistas, e incluso ya en los que acaban de aparecer. No hay más que ver al coletas que hace cuatro días denunciaba los privilegios de la “Casta”, hasta que se convirtió en otro de ellos. Lógicamente me refiero a los cientos de miles que viven de la política, y por tanto a nuestra costa, nada que objetar de aquellos concejales o políticos de cualquier tipo que no cobran por el cargo. Lo que más me escandaliza de todo, es que simples ciudadanos que viven de su trabajo se dediquen a defender a un partido determinado, su partido, descalificando y denunciando las tropelías de los demás, mientras ignoran o incluso defienden, las de aquellos que consideran suyos. Los del PP estigmatizan a los del PSOE y Podemos, los de éstos últimos denigran a los que denominan las derechas, y así sucesivamente. Estos ciudadanos me temo que son los peores, o al menos los más peligrosos, por lo manipulables que resultan. Negarse a ver los saqueos de dinero público de quienes están bajo sus mismas siglas, mientras ponen el grito en el cielo cuando los del partido contrario hacen lo mismo, me parece poco racional. Aunque la explicación es bastante sencilla. Puesto que ya no quedan argumentos para defender tanto chanchullo, los políticos sacan a relucir los pasajes, reales o inventados, más oscuros de la guerra, que aunque ha finalizado hace más de 80 años todavía sirve para reavivar rencores de unos cuantos ignorantes exaltados, que ni siquiera la han conocido, y lo que es todavía peor, tampoco se han preocupado de leer o escuchar diferentes versiones de la misma. No hay peor ciego que el que no quiere ver. El resultado a la vista está. Mientras la sociedad es víctima de graves enfrentamientos absurdos, los políticos se hacen ricos y de paso arruinan España.

Comentarios:
  1. pilar lópez García dice:

    Casimiro,has dado en el clavo.Vivimos de la manipulación de unos y otros.Hay más polítucos que ratas viviendo del cuento,o sea de nosotros.

  2. César dice:

    Porqué «el coletas» es casta? Porqué querer recuperar a los asesinados por el franquismo es reavivar rencores? A quién puede molestar?

    • Casimiro dice:

      Tal como ése bandarra decía cuando preparaba su estrategia para entrar en política, las castas son grupos que componen una clase social que goza de privilegios especiales, y nadie mejor que él es ejemplo de esas actitudes de nuevo rico que lo caracteriza como casta; sueldos desproporcionados, casoplón, crédito en condiciones privilegiadas, que intentaron ocultar, y así un interminable etcétera, y sobre todo contradiciendo todos sus discursos anteriores.
      No sé quién eres ni qué edad tienes, pero te recuerdo que la guerra terminó hace 80 años y en los cuarenta y pico años de democracia, la mayor parte e ellos con gobiernos de izquierda, se pudo hacer todo lo necesario en ése sentido. Pero ahora conviene sacar a relucir las historias más oscuras de la guerra, que las hay a millares en los dos bandos, para desviar la atención de la corrupción y la degeneración política, con intereses electoralistas.

  3. Bernabé Castedo dice:

    La mentira es algo que odia mucha gente pues la consideran negativa en sus vidas; pero un gran porcentaje de habitantes de este planeta la utilizan como arma estratégica para beneficio propio y sacarle partido casi inmediato, ya que sus promesas envueltas en la mentira les son de gran utilidad para embaucar a sus seguidores de los cuales sacaran la fuerza para ostentar el poder que rige el sistema cobijándose a la sombra de tal bandera como conveniencia para que ese día de mañana pasado a la reserva u oposición, le quede un suculento sueldo vitalicio para los restos de su existencia, a no ser que alguien muy avezado gire ese timón de la mentira hacia otras coordenadas; pero eso no es de fácil en ensamblaje. De ahí que esa mala praxis del sistema haga tambalear al resto de los deficitarios y honrados afectados, teniendo que soportar tantos recortes en lo más elemental por abuso del poder, de modo que al igual que las garrapatas, se les puede arrancar del afectado, pero siempre suelen quedar sus garras clavadas que causaran males añadidos para seguir contaminándolo. Por ello si el destino no corrige tales deficiencias, y el sistema sigue campando al libre albedrío, lo vamos a tener pero que muy crudo para salir del atolladero de la indiferencia a la que tantos les trae al pairo, sin importarles que esta generación y las venideras se derritan como un helado al sol perdiéndose en
    la nada.

    Se acabo lo que se daba
    y de ello era tan poco,
    lo que allí se ofrecía
    que se perdía en la nada.
    La nada guardo silencio
    que a nadie despertaba,
    se escondía en la perfidia
    con aires de esperanza.
    La nada es lo que tiene
    como cual virus de plata,
    que envuelta de locura
    hostiga a quien la idolatra.

    Y surgiendo la mentira
    la usan de escaparate
    la llevan de estandarte
    para la patria ostentada.
    Y la siguen los incautos
    consolidando las masas,
    ignorando el contenido
    la entregan al que manda.
    Todo sea por la causa
    por el don de dominar,
    le siguen con desespero
    sin derecho a preguntar.

    Bernabé Castedo.

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