Publicado el: 26 Oct 2019

La historia de Trubia a través de ocho puentes

La Asociación por el Patrimonio Histórico Industrial ofreció un recorrido guiado para dar a conocer la historia de la localidad, desde el monasterio original a su desarrollo industrial

Recorrido guiado por la historia de Trubia a través de sus puentes

Redacción/Trubia

Trubia, a la vera del río que lleva su nombre y en la desembocadura del Nalón, puede contar la historia a través de sus puentes, no menos de doce. Esta mañana, la Asociación por el Patrimonio Histórico Industrial de la localidad ofreció un recorrido guiado por su presidente, el géografo e historiador Toño Huerta, que recorrió ocho de estos pasos, desde la iglesia de Santa María, junto al puente de La Riera, a Piedrallasa, donde se ven los restos de un puente medieval que nunca acabó de ser reconstruido. En el medio, los pasos ferroviarios y el puente principal, el de la fábrica.

El recorrido arrancó en la iglesia, donde Huerta repasó la ocupación del territorio que hoy es Trubia, desde época paleolítica, con especial atención al monasterio que existió donde hoy se encuentra la iglesia, en el 840.  El grupo hizo después una parada en la presa de El Machón, en cuyo entorno se desarrolló la primera época de la fábrica de armas, que fue fundada en 1794. El puente de Quintana, de hierro, hoy peatonal, sirvió para ilustrar la época de industrialización del pueblo, con especial mención al general Elorza, ya en la segunda mitad del siglo XIX. El puente fue construido para el ferrocarril minero, en 1884. Tras pasar por el nuevo puente de Quintana, el recorrido llegó al puente de la fábrica, donde Huerta habló de la historia del barrio de Junigro. Las primeras menciones a este puente, destacó el historiador, las hace Jovellanos, que lo cita como puente de madera, lo mismo que años más tarde hace Madoz. En 1861 se construyó el puente de hierro, reformado hasta su forma actual en 1926. El Puente de los Señores, que dan a los pabellones del Vasco, ilustró el empuje que le dio a Trubia la I Guerra Mundial, cuando se construyeron gran parte de los edificios característicos de la fábrica, como la capilla o la casa del director. El Puente de los Señores se construyó, indicó Huerta, para dar acceso desde la fábrica al ferrocarril Vasco Asturiano. Desde el entorno, el grupo vio el puente ferroviario, aún en uso, construido en 1904, y después, la pasarela de Soto, del siglo XIX, que dio pie a hablar de la figura de Fernando Casado de la Torre. La hidroeléctrica, ya en ruinas, de 1902, y la Química del Nalón permitieron hacer un repaso a otras industrias trubiecas, como Industrias Doy, y la primera química que se instaló en el pueblo, la Compañía Española de Destilación de Carbón.  Llegaron por último a Piedrallasa, también marcada por el ferrocarril y sus muros de contención, y desde donde se ven los restos de un viejo puente medieval, que nunca se logró reconstruir con éxito. Se trata de un puente del siglo XIII, que fue destruido en el XIV, bien por una acción bélica o por una inundación. Fue reconstruido en el siglo XVI, pero dos riadas consecutivas en mayo y septiembre del mismo año lo dejaron en ruinas, y nunca volvió a ser reconstruido.

Unas treinta personas participaron en el encuentro, la mayor parte de fuera de Trubia, que pudieron así conocer la historia de uno de los pilares de la industrialización asturiana. La visita contó con la presencia de la concejala de Centros Sociales, Lourdes García, y del concejal de Distritos, Luis Pacho.

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La Voz del Trubia