Publicado el: 30 May 2020

Adiós a Berto, artista del papel

Fernando ROMERO

Las Caldas y Asturias pierden uno de sus mejores maestros artesanos. Alberto Martínez ‘Berto’, papelero y apasionado de las artes gráficas, creó un taller, primero en Oviedo y posteriormente en Las Caldas, en donde llevaba a cabo todo el proceso de fabricación del papel a la manera tradicional. El resultado era un soporte rugoso, color crema y de un tacto natural, perfecto para la estampación de imágenes. Muchos de los grabados que adornan paredes en Asturias y el resto de España llevan el papel de Berto, que además de ser un estupendo artesano y muy respetuoso con las fórmulas tradicionales, era una gran persona y muy querida en Las Caldas y en Caces, aunque también en animadas tertulias en las sidrerías de Oviedo, en donde tenía muchos amigos ya que era un gran conversador.

Yo le conocí hace 30 años, cuando aún tenía el taller y tienda en Fuertes Acevedo, casi ya en La Gruta. Me lo había presentado mi primo Gelu Vigil y salíamos a tomar alguna sidra con él. Cuando empecé allá por el año 1991 a trabajar en La Voz de Asturias recuerdo que uno de mis primeros reportajes fue con Berto y su fabricación tradicional del papel. Luego seguí frecuentándole cuando trasladó su taller a Las Caldas. Ir a verle era visita obligada. En su local había una colección histórica de las artes gráficas. Una linotipia y un montón de máquinas viejas con olor a tinta seca rodeadas de una ‘colada’ de pliegos de papel secando al aire. La última vez que me encontré con él fue el pasado mes de enero en el bar El Peñón. Yo salía de cubrir un evento informativo en el balneario y pasé a tomar un café. Allí estaba, aunque menos alegre que otras veces, más taciturno, pues la vida no le había sonreído en los últimos años. Cuando me vio me regaló esa sonrisa típica de él con sus ojos rasgados.

Berto, aunque de origen burgalés, era muy asturiano en todos los sentidos. Sensible, alegre, con un don especial para todo lo que fuera el arte, tenía un gusto exquisito y formado de la estética y el diseño. Pero sobre todo, era un buen amigo de sus amigos.

Ayer le sorprendió la muerte de manera repentina e injusta, a los 59 años. Deja dos hijas, Rebeca y Laura Martínez Álvarez. Esta mañana incineraron sus restos en la capilla del tanatorio de Los Arenales. Un abrazo Berto y que la tierra te sea leve.

 

Imagen de Berto de hace unos años

 

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