Publicado el: 29 Jul 2020

En la Senda del Oso sobran barandillas

Casimiro ÁLVAREZ

[A Contracorriente]

Se van a gastar 190.000 € para dejar gran parte de la Senda del Oso sin barandillas, pero solucionando los peligros que ello origina a base de señalizaciones de advertencia, que también cuestan una pasta. De esta manera cuando se multipliquen los accidentes, y caídas por el talud, será responsabilidad de los usuarios, la mayor parte familias con niños, pues las autoridades ya lo habían advertido. Algo así como con el Covid19, la culpa de la escandalosa mortandad de españoles, la mayoría ancianos desprotegidos, la tuvieron unos cuantos irresponsables que se saltaron el confinamiento, pues la gestión de los políticos y gobernantes fue impecable. Que no se nos olvide aplaudir también aquí. Cuando hace ya 30 años se proyectó e inició la Senda del Oso, se hizo vallándola en toda su longitud, desde el primer al último metro; pero ya se sabe que aquello fue una decisión caprichosa, porque lo que sobraba en esa época era dinero, no como ahora, que con las enormes rebajas fiscales que los políticos nos vienen aplicando, de manera continuada en los últimos años, la hacienda pública se ha quedado sin fondos, y eso que, no puede estar mejor gestionada, con escasez de personal, aunque muy bien aprovechado, austeridad en los gastos de funcionamiento y salarios de políticos, riguroso orden de prioridad en las inversiones, ausencia de corrupción, etc. Pero no exageremos, en los lugares de mayor peligro no sólo se mantiene el vallado, sino que se quita el que hay ahora, para colocar uno nuevo. Ante todo, reconozcamos la enorme y serena responsabilidad de nuestros gobernantes, siempre conscientes y atentos a los peligros que nos acechan. El hecho de que en el lugar donde se produjo un accidente mortal el año pasado, siga todo igual que entonces, con las vallas caídas y la cinta de plástico anunciando el peligro, no es más que un despiste que le puede ocurrir a cualquiera. Buena prueba del acierto de las obras que ya se iniciaron, es la conformidad de las empresas de la Comarca que sostienen sus negocios gracias a la Senda del Oso, y que no tienen nada que objetar, pues todos están de acuerdo con lo proyectado; todos menos el rompecojones de turno, que a todo encuentra pegas, ¡al fin y al cabo es un inadaptado! Aunque de vez en cuando también se escucha alguna otra voz discrepante. Pongo un par de ejemplos: IML.- Soy ciclista desde que tengo uso de razón, y llevo circulando por la Senda del Oso desde hace 15 años. La base de casi todas mis rutas pasa por este camino, y todas las semanas, de una manera u otra, la recorro por completo. A mi personalmente no me afecta su estado, ya que estoy acostumbrado a circular por zonas de mayor dificultad.  Actualmente, y ya desde hace bastante tiempo, el abandono es total. No entiendo como una infraestructura con tanto éxito como es La Senda del Oso no conlleve ningún tipo de mantenimiento, y la estén dejando morir, cuando es el motor económico de Sto. Adriano, Proaza, Quirós y Teverga. Primaveras, veranos y otoños, prácticamente todo el año, tiene un buen aforo de usuarios pedaleando, familias, grupos de jóvenes, parejas… Se me ponen los pelos como escarpias cuando veo a esos niños circular con todo el vallado roto, y me pregunto si el responsable de esto será consciente del peligro que conlleva, la mala imagen que da, y el daño que ocasiona en el desarrollo de la comarca. BPA.- Prácticamente todos los días recorro alguna parte de la Senda del Oso. Si bien a primera hora de la mañana quienes recorren la senda son ciclistas profesionales, a partir de las once, fundamentalmente son familias con niños entre tres y doce años. Ayer mismo por la mañana y por la tarde lo pude comprobar. Decidí fijarme en el perfil de los usuarios, y la mayoría eran familias con varios niños que no sobrepasaban los diez años. A la vuelta decidí observar detenidamente en qué sitios no sería necesario el uso de barandillas. Al final del paseo no me atreví a afirmar que en algún tramo de este recorrido no fuera necesaria la valla de protección. Por lo tanto, invito al organismo o persona responsable en la toma de decisiones en algo tan importante, que se de un largo paseo por esta bonita senda y hable con todos los que día a día estamos en ella, y luego en conciencia decida. Si esas vallas un día se pusieron me imagino que no sería solo por una cuestión estética. Todos los vecinos de la comarca vivimos directa o indirectamente de esta senda, en mi caso gracias a ella, además de poseer un lugar inigualable para pasear, dispongo de unos servicios en mi pueblo que si no existiera la Senda el Oso, probablemente se verían reducidos drásticamente. En mi humilde opinión esta situación ya no es política, sino de sentido común. Pero comentarios como estos no tienen importancia. ¡Qué sabrán ellos!.

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