Publicado el: 19 Sep 2020

La plataforma contra la planta de asfalto de Llera recoge alegaciones vecinales

‘Asfalto Llera Non’ celebró una reunión para recopilar los recursos contra la instalación, que llegan ya a unos 300 y que seguirán recogiendo hasta el día 30

Reunión de los miembros de la Plataforma ‘Asfalto Llera Non’, en la recogida de alegaciones

Redacción/Grado

Los vecinos de los pueblos del entorno de Llera, en Grado, agrupados en la plataforma contra la planta de asfalto que se proyecta construir en la cantera, están satisfechos con la marcha de la campaña de alegaciones al estudio de impacto ambiental de la nueva instalación, una campaña de recursos que finaliza el próximo día 30 de septiembre, y que según los organizadores «va viento en popa», con cerca de 300 alegaciones ya recogidas. Los vecinos implicados se reunieron para organizar el último tramo de la campaña, que pretende llevar a la Consejería de Industria el malestar vecinal ante el proyecto, con alegaciones contra su implantación, en la actualidad en periodo de información pública de su estudio de impacto ambiental. La Plataforma hizo un modelo de alegación para que lo suscriban los vecinos, y presentó además otro recurso como asociación. En la alegación argumentan que se trata de una actividad diferente a la de la cantera, que utiliza elementos contaminantes, como betún o fuel; que en el acceso utiliza un camino vecinal, ya muy transitado por camiones de gran tonelaje, que en el acceso desde la N-634 pasan «a menos de 10 centímetros» de algunas viviendas «lo cual supone un grave riesgo de seguridad e integridad física para los vecinos que viven en las mismas, siendo los propios conductores de esos vehículos los que reconocen el peligro constante al que están sometidas estas personas. La incorporación por parte de los camiones de la N-634 al camino vecinal y viceversa supone la realización de maniobras peligrosas que suponen la invasión del carril contrario de la carretera, lo cual supone un grave peligro para la seguridad de los vehículos que circulan por la misma». Los residentes reclaman un informe sobre la compatibilidad urbanística de la nueva instalación, ya que defienden que no cumple las distancias mínimas de 400 metros con núcleos habitados, y en algunos casos está a unos cien metros. Inciden además en el efecto sobre la calidad del aire, y cuestionan que el estudio de impacto ambiental no detalle los efectos del uso de fuel en el proceso productivo, el efecto de las mezclas bituminosas, la altura de las chimeneas, o estudios meteorológicos que analicen la dispersión posible de partículas y contaminantes. Denuncian además la contaminación por ruidos, la acumulación de impactos (ya que en la zona ya hay una cantera y una planta de hormigón) y el rechazo social que ha generado el proyecto.

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