VALORACIONES ACERCA DEL TERCER NÚMERO DE LA VOZ DEL TRUBIA

Por Casimiro ÁLVAREZ

El día 1 de abril se publicó el tercer número del periódico La Voz del Trubia, en formato de papel, pues en formato digital lo viene haciendo también de manera continuada desde la fecha de su nacimiento, a principios de diciembre de 2014. Mi opinión es que cada nuevo número mejora al anterior, de manera que cada vez resulta más interesante como demuestra el afán con que es buscado cuando nos enteramos de su publicación. Es entretenido, nos informa de las noticias relevantes que afectan nuestra comarca, aprendemos cosas nuevas de nuestra historia o entorno, está muy bien estructurado y además, parece que perdura, vamos que no fue flor de un día. El mérito del equipo que lo creó, especialmente de su director Fernando Romero, es impresionante. Idearlo, ponerlo en marcha, conseguir financiarlo en los tiempos que corren y cuando la mayor parte de periódicos nacionales y regionales están en quiebra, pero sobre todo que sea tan bueno y logre consolidarse, es algo excepcional. ¡Enhorabuena!

Pero como lo cortés no quita lo valiente y, en línea con mi afición por la polémica y el desacato irreverente, voy a permitirme alguna matización sobre diversas cosas que se publican en el último número; dicho sea todo con el debido respeto, tal como acostumbran a poner los picapleitos en los recursos, por el miedo que les produce la posibilidad de ofender a las autoridades que dictaron las resoluciones recurridas.

Empezaré por algo que me alude directamente. La nota aclaratoria sobre “La anulación de las tasas de la hidroeléctrica de Proaza no fue una decisión del alcalde, sino de un tribunal” al tiempo que cita una Resolución que anula una liquidación del Ayuntamiento por “tasas de ocupación y afección de terreno público y vuelo” y que responde a un artículo mío, publicado en el número dos de La Voz del Trubia titulado “El maná de Proaza” donde decía, que el alcalde había anulado gran parte de las tasas por “licencia de obras” de Hidroeléctrica del Cantábrico, en lo que resulta un grave agravio comparativo con el resto de vecinos. Pues niego la mayor. Resulta evidente que se trata de dos cosas distintas, algo así como salir por peteneras cuando te preguntan o aluden, con algo comprometido.

En segundo lugar, necesito expresar mi reconocimiento por el acertado artículo de Aurora de Burgos, titulado “Lluvia de políticos”. Suscribo todo lo que dice y le manifiesto mi admiración por cómo lo hace.

Por último, la advertencia de algún que otro error de bulto de Loli Gallego en su artículo “Peñas Juntas, donde las rocas se besan” Me temo, que debe revisar ese documento que dice poseer sobre la presunta visita de “la reina regente Mª Cristina de Borbón el 12 de diciembre de 1864” puesto que, en esa fecha reinaba Isabel II después de haber sido declarada mayor de edad en 1843, con tan sólo 13 años de edad y, veintiún años más tarde, en 1864, paría a su décimo hijo que resultó ser una niña. Pero además, se puede comprobar en la fotografía que acompaña el artículo, que cuando ya circulaban los trenes por Perihuela (ahora Peñasjuntas) bastante después de 1864, todavía no se había construido el túnel donde se colocó la placa conmemorativa.