F. Romero / Proaza
Braulio Jesús Suárez Garcia, de 44 años, se fue hace 3 años desde pu pueblo, Proaza, a la Argentina, concretamente a Buenos Aires. Dedicado al gremio de la maquinaria, no soportaba estar sin trabajo y decidió curzar el charco. «Lo que más echo de menos es la tierrina, la comida, la familia y los amigos», aunque está contento porque tiene mucho trabajo y «se vive muy bien, a pesar de la inseguridad ciudadana, aunque te acostumbras». Explica que oficios como el suyo tienen mucha demanda porque hay una econonomía emergente. Lector desde la distancia de La Voz del Trubia que le acerca las noticias de su pueblo diariamente, espera regresar algún día «porque hace tres años que no visito a la familia». «Cuando llegamos aquí mi mujer (argentina) y yo empezamos de cero. Arranqué con un constructor y luego me puse por mi cuenta con unos chavales haciendo tareas relacionadas con el el gremio de la construcción. Después empecé con el tema de la maquinaria, que conocía bien». Dice que los asturianos están «muy bien vistos» en este país «y somos muy queridos, aunque a todos los españoles nos llaman gallegos y ahí uno les recalca que soy asturiano, no galllego. Pero no hay nada que hacer. Es una costumbre por causa de que la mayor emigración que hubo fue gallega».