Los operarios municipales que tenían que preparar los trabajos no acudieron y el contenedor llegó a las nueve de la noche, generando malestar entre los voluntarios del pueblo, que han suspendido la estaferia.

A pesar de la buena voluntad del concejal del área rural, Rubén Rosón, no fue posible que la primera jornada de la estaferia en Perlavia llegase a buen puerto. Los operarios municipales no aparecieron (tenían que preparar los desborces para que luego siguieran los vecinos). El contenedor para tirar la vegetación no apareció hasta las nueve de la noche del viernes generando malestar entre la veintena de voluntarios. «Creemos que los técnicos no han entendido que tenían que pasar primero los operarios a desbrozar para limpiar luego nosotros las cunetas y echarlo a un contenedor. Total que no había quién desbrozara y además el contenedor llegó a las 9 de la noche cuando tenía haber llegado el jueves por la mañana», explica Roberto Velasco. Por la tarde acudió el concejal Rosón y se reunió con los vecinos y se acordó que se limpiará más adelante, cuando el ayuntamiento aporte operarios y maquinaria.

Por su parte, Rosón explicó que el contenedor que debería de haber estado instalado el jueves llegó el viernes a las 9 de la noche. «Yo estuve toda la tarde del viernes allí y no llegaba el contenedor y los vecinos decidieron aplazar la sestaferia y modificar el desarrollo. Primero vendrán los técnicos a desbrozar y después los vecinos limpiarán.» Asimismo anunció que esta semana que entra habrá una reunión con los técnicos municipales y la asociación para fijar otra fecha para la estaferia.

Perlavia se iba a convertir en el primer pueblo que arranca con las estaferias que había propuesto el nuevo equipo de Gobierno municipal, después de que el anterior alcalde dejara sin renovar el contrato de mantenimiento de la limpieza de carreteras y caminos.