Por Loli GALLEGO

En el siglo XV Diego de Prada castigó cruelmente a su hermana Luz Elena por haberse casado con un notario plebeyo, asfixiando al matrimonio y a nueve personas más al prender fuego a una cueva en la que se refugiaron huyendo de su ira.

Es esta una historia real que tiene como protagonistas a los dueños de la conocida como casa fuerte de Prada. ¿Pero quienes fueron los protagonistas del horrible fratricidio y ¿cuáles la causas que llevaron a cometer este hecho tan deleznable?.
Para situarnos en aquella época deberemos de hacer un poco de historia y así se comprenderá, cómo en estos tiempos los sucesos violentos eran algo habitual.

La casa fuerte de Prada
Se funda ésta con las donaciones que Gonzalo Bernaldo de Quirós hace a su pariente Alonso Vázquez de Quirós. Esta rama de los Quirós que recibe este enorme legado de propiedades pasa a llamarse de los Vázquez de Prada, pues toman como apellido el topónimo ya existente en este territorio que hoy conocemos.
Por tanto, se vincula este apellido a toda la familia de Alonso Vázquez de Prada, que en este momento la componían, la esposa, y cuatro hijos, Diego, Alonso, Andrés y Luz Elena.
A esta primera generación pertenecen los protagonistas de un hecho luctuoso que el padre Carvallo relata en su obra Antigüedades y Cosas Memorables del Principado de Asturias, con el título de Ferocidad de un asturiano y que en la zona de Proaza y Santo Adriano se ha ido transmitiendo de generación,en generación.
Los hechos tuvieron lugar en el siglo XV durante el reinado de los Reyes Católicos. Es esta una época en donde en Asturias se registraban frecuentes luchas entre los nobles e incluso de algunos nobles más poderosos contra la autoridad real, luchas que habiendo llegado a tal estado obligaron al propio Rey Fernando el Católico a desplazarse para la pacificación del Principado. Era tal la soberbia e insolencia de algunos señores con la gente plebeya que todo lo invadían y trataban mal.
Un ejemplo de esta situación es la tragedia de la llamada cueva del Notario, entre los hermanos Vázquez de Prada, por el solo delito de que su hermana Luz Elena se había casado con el notario de Tuñón, que era plebeyo.
El padre Carvallo, en la obra anteriormente citada, narra los hechos con las siguientes palabras:
“Entre los casos atroces que en Asturias pretendió castigar el Rey, fue muy notable el de Diego Vázquez de Prada, descendiente de los Bernaldo de Quirós”. Y añade: “Tenía Diego de Prada ciertas diferencias con un cuñado suyo llamado el Notario de Tuñón y, queriendo matarlo, éste se refugió con su mujer Luz Elena y nueve amigos en una cueva que está en el concejo de Santo Adriano,que desde entonces se llama la cueva del Notario.
Allí se hizo fuerte este hombre y los suyos y se defendía con piedras y saetas. Más Diego de Prada hizo juntar mucha leña en la boca de la cueva para abrasarles dentro y, habiendo salido su hermana a la puerta, le pidió con muchas lágrimas que no usase de tal crueldad con ella, su marido, y los demás.
Diego de Prada respondió que se saliese ella y dejase a su marido, que le habría de abrasar con los otros,y si querían salir les recibiría con las puntas de las lanzas. La valerosa asturiana dijo que no quería vivir para ver a su marido morir tan ferozmente. Esto fue causa para embravecer mucho más a Diego de Prada, y así, pegando fuego a la leña y añadiendo otra, no cesó hasta que todos fueron ahogados y abrasados. Ayudáronle en esta ferocidad Alonso Vázquez y Andrés Vázquez, sus hermanos.
Las consecuencias de este terrible desafuero cometido en la cueva del Zaramal, que a partir de aquel momento paso a llamarse del Notario, fue la huída de los fratricidas de sus posesiones de Proaza y el asentamiento de dos de ellos en tierras castellanas y gallegas. El padre Carvallo asevera que Diego, Alonso y Andrés se ausentaron y fueron desterrados por orden del Rey Católico.
Con su peculiar prosa el padre Carvallo pone de relieve la dispersión del linaje provocado por este crimen. Alonso se casó en Valladolid, de quien hay descendientes. Andrés se quedó en Valdeorras y Diego se fue para Alava.

Muerte de Diego de Prada
Finalmente y así se testimonia, Diego de Prada regresó para morir en su casa en el año 1491. De esta rama vienen los Vázquez y Prada.
Diego Vázquez de Prada alcanzó el perdón real y merced o permiso para levantar una nueva torre en su solar de Proaza, que todavía hoy permanece en pie.
Establecidos de nuevo en su casa fuerte de Prada, fueron señores con muchos privilegios, teniendo derecho de asilo en algunas de sus moradas, como también lo tuvieron en la iglesia de San Vicente de Proaza, donde tenían estrado o puesto de honor. Asimismo tuvieron dominio y jurisdicción en el coto de Linares ya que en el altar mayor de su iglesia figura su escudo de armas.
Termina aquí un somero recorrido histórico sobre una de las principales casas señoriales, quizá la más importante de este concejo.