Publicado el: 04 Oct 2015

Emotivo homenaje al arquitecto fallecido Carlos Alberdi

Asistentes al homenaje, ayer en Teverga

Asistentes al homenaje, ayer en Teverga

Los compañeros del Ayuntamiento de Teverga del arquitecto municipal Carlos Alberdi, fallecido a los 41 años en julio de 2014, le organizaron ayer un pequeño homenaje con un itinerario para visitar sus obras. Alberdi, con sus innovadores proyectos, trajo una nueva imagen a Teverga.

Descarga aquí las fotos del homenaje

El avilesino Carlos Alberdi fue arquitecto municipal de Teverga entre los años 2000 – 2013 y, a pesar de su juventud, destacó en muchos de sus proyectos y obras. En el caso de Teverga fue el autor de la oficina de turismo, del recinto ferial de La Madrada o de la urbanización del aparcamiento y del parque urbano de San Martín. También restauró el claustro y las cubiertas de la Colegiata románica de San Pedro.

Alberdi no solo hizo trabajos para Teverga. Fue el autor de las reformas de la Universidad Laboral de Gijón y de la ampliación de las oficinas de Nestlé en Asturias, de la adecuación de la fachada marítima de Candás y de la fachada de la hospedería del monasterio de las Dueñas (León), así como del centro de interpretación del hórreo de Bueño.

Este prolífico e innovador arquitecto falleció a los 41 años tras una grave enfermedad, dejando viuda (Isabel García Calleja) y dos hijos y causando una gran conmoción en su entorno dado que era una persona muy conocida.

Publicamos íntegramente el texto leído por sus compañeros del Ayuntamiento durante el acto, una emotiva semblanza del arquitecto fallecido:

«Era febrero del año 2000 cuando Carlos llegaba a Teverga para iniciar su trabajo como arquitecto municipal en el Ayuntamiento. Primero fueron las obras del Recite “Flumen Atlántica”, transformando escuelas rurales en alojamientos turísticos: Entrago, Villamayor, Carrea y Sobrevilla, después fue La Escuela Infantil de 0-3, la reforma de la piscina municipal, el seguimiento del Parque de la Prehistoria… más tarde el recinto Ferial de La Madrada, el aparcamiento de La Pedrera, la Rehabilitación de la Colegiata….. Poco a poco, aquel chaval tranquilo y discreto fue haciéndose un hueco entre la gente de Teverga. Durante un tiempo, además de trabajador también fue vecino del municipio, vivía en San Martín, en un piso de Rosa y Lisardo.

Ese carácter tranquilo escondía, sin embargo, el afán por innovar y dar vida a nuevos proyectos, escondía, según palabras de una conocida periodista, “la osadía de complicarse la vida con los materiales de siempre para hallar nuevas soluciones constructivas”. La madera, la piedra, el acero …. fueron su compañeros de viaje y la arquitectura su pasión, como así lo reflejaba en su trabajo.

Gijón, Llanera, León, Ribera de Arriba, Avilés ….. son algunos de los lugares, además de Teverga, que atesoran proyectos que llevan su nombre. Si en Teverga, tenemos que destacar un proyecto concreto de todo el  trabajo que Carlos desarrolló en sus 13 años como arquitecto municipal, no cabe duda que es esta Oficina de Turismo, por la que recibió la Mención Especial en la XVIII Edición del “Premio Asturias de Arquitectura año 2003”, otorgada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias. Él buscó de forma intencionada diferenciarla de la arquitectura que la rodea pero sin saberlo, también diferenció a este municipio de muchos otros, al dejar aquí parte de su trabajo.

Las personas que hemos tenido la suerte de conocer a Carlos compartiendo tareas, amistad o simplemente conversaciones, no olvidaremos su sonrisa “socarrona”, su entrega y constancia en el trabajo, su imagen de persona serena, inteligente y afectuosa, en definitiva, la imagen de alguien bueno y sencillo, siempre humilde a pesar de sus grandezas.

Hace apenas un año, llegó ese momento en que el vivir se convierte en un caminar por las aristas de la existencia y Carlos nos dejaba, consciente de que lo vería todo desde ángulos, hasta entonces desconocidos.

Aún sabiendo que él era merecedor de mucho más, los compañeros y compañeras de trabajo del Ayuntamiento de Teverga, queremos mostrar con esta placa, que hoy se descubre en la Oficina de Turismo, nuestro recuerdo, admiración y estima hacia Carlos, hacia nuestro compañero, siempre inmerso en sus tareas, ajeno a las trivialidades de la vida y respetuoso con la intimidad de quienes lo rodeaban.

Con el dolor y la tristeza aún presentes por su pérdida, queremos pensar que Carlos ha emprendido un viaje, ¡su particular viaje a Itaca!. Un viaje, como dice el poema de Kavafis, “largo, lleno de peripecias, lleno de experiencias, con muchos días de verano. Un viaje en el que lo vean llegar con gozo y alegremente, a puertos que antes ignoraba. Que pueda detenerse en los mercados y comprar bellas mercancías. Que acuda a muchas ciudades para aprender, y aprender de quienes saben”.

En nombre de todos los compañeros y compañeras de Carlos, traslado las gracias a su mujer Isabel  y a sus hijos Candela y Mateo, por acompañarnos hoy, también  a su familia, a sus amigos y a todos aquellos que hoy estáis aquí, porque con vuestra presencia demostráis vuestro cariño y respeto hacia Carlos.

Comentarios:
  1. Ramón dice:

    Lejos de casa recordando a una persona muy especial

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