La pasada noche del 30 de septiembre se dieron a conocer los ganadores de los Leading Culture Destination Awards, «los Oscars de los Museos», unos de los premios más importantes de la museología en el ámbito internacional. A la ceremonia, que tuvo lugar en Hotel Langham de Londres, acudieron representantes de las industrias culturales, profesionales de la museología, directores de museos, artistas como Jake Chapman, Polly Morgan y Mat Collishaw, la modelo y nutricionista Rosemary Ferguson, el teniente de alcalde de Quebec, el fotógrafo de fauna salvaje David Yarrow, y el director del Tourism at World Economic Forum, Geoffrey Lipman, entre otros.

Estos premios reconocen cada año el trabajo que se desarrolla en los museos y la importancia que tienen para la sociedad. El objetivo es reconocer públicamente el esfuerzo de estas instituciones dedicadas a la educación, a la conservación y como destinos para visitantes a nivel global, y por tratar de convertirse, además, en centros capaces de impulsar la evolución y la transformación social. La selección de los nominados es un trabajo que se realiza durante todo el año, elaborando una lista de las instituciones museológicas que cumplen con la filosofía y la misión de los premios.

Las categorías que cada año son premiadas son: exposición del año, arquitectura de museo del año, restaurante del museo del año, tienda del museo del año, aplicación o proyecto digital del año para museo, destino cultural del año y nuevo museo del año. Pero la edición de 2016 contiene una novedad. Una nueva categoría: Soft Power Destination Awards. Esta categoría reconoce a las organizaciones culturales y museológicas su influencia e impacto en la sociedad. Es aquí donde el trabajo de La Ponte-Ecomuséu ha sido nominado y premiado para estos galardones de museología.

El decisión del jurado para conceder a La Ponte este galardón internacional se fundamenta en «poseer un proyecto de innovación social, sostenible y resiliente». La Ponte es un ecomuseo gestionado por población local «donde se socializa el patrimonio cultural y se transmiten valores de respeto hacia las comunidades rurales y su cultura», señalan en su web.  Añaden que es, además, «un espacio de encuentro, aprendizaje y dinamización, un laboratorio social y cultural donde se reflexiona sobre los problemas de nuestro entorno».