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¿Para qué sirve un oso?

Por Plácido RODRÍGUEZ

Además de ser el título de una película rodada en el entorno del Camín Real de la Mesa, creo que la pregunta es de “feroz” actualidad.
En mi modesta opinión la comedia dirigida por Tom Fernández tal vez sea un tanto disparatada o demasiado ingenua. Según palabras del director: «aunque tiene un fondo ecológico no es un panfleto ecologista». En cualquier caso coincido en que incita a la reflexión sobre el cuidado del medio ambiente, y tal vez a valorar o cuestionar, según se mire, al “homo sapiens” como especie superior que debería encargarse de tutelar la supervivencia del resto, en este caso la del oso pardo.
En la chimenea de mi casa tengo colgadas dos escopetas antiguas, herencia de mis antepasados, que conservo como testigo de una época aciaga en la que el verbo “matar” estaba muy presente; la caza, la matanza, una guerra fratricida, las ejecuciones posteriores…
Sabiendo que yo no era cazador, cuando la humedad y el trabajo de tantos años le fueron anquilosando cuerpo y cerebro, mi abuelo me regaló una de esas escopetas, como el que transfiere una tentación.
—La raposa matábame las pitas, los llobos comíanme los potros, el águila marchábame con los corderos… —¿De verdad mataste todos esos animales con esta escopeta, Buelo? —Sí, y los jabalís tenían muy buena carne, y las lliebres facían muy buen arroz. —¿Y osos, no me jodas que también mataste osos?
Y aquel hombretón curtido de mil batallas me clavó la mirada, como si la pregunta insinuase algún temor para enfrentarse a un animal tan poderoso. Y, sin querer entrar a valorar miedos o incertidumbres a la hora de apretar el gatillo, zanjó la conversación en pocas palabras. —El oso nunca me molestó.
A pesar de la sangre furtiva que corría por sus venas, tengo la impresión de que sabía para que servía un oso, o al menos admiraba su grandiosidad. Pero hace días, a escasos metros de la casa donde vivió Buelo muchos años, uno de esos plantígrados mató una novilla de un ganadero de un pueblo de Grao. Y me entran serias dudas si algo así lo hubiese molestado.

Redacción

Ver comentarios

  • Esa pregunta final tiene sentido cuando se parte de proposiciones axiomáticas que no deben ser tales.
    El medio ambiente y la naturaleza vienen existiendo desde los inicios de los tiempos; y nunca la naturaleza y la fauna silvestre estuvo tan deteriorada y perjudicada como ahora, precisamente y coincidiendo con los tiempos de mayor concienciacion sobre la protección al medio.
    La tutela para la supervivencia de todos los seres que ahora el hombre se quiere arrogar, quizás en otros tiempos no era preocupación pues el hombre sólo se preocupaba de su propia supervivencia. Utilizando un símil, como arreglar casa ajena y no teniendo bastante con la propia.
    El hombre ser superior tiene sus matices:
    En la vida humana es en la única que existen guerras, en el reino animal no pasan de esporádicas peleas por comida o sexo.
    El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener qué decir.
    También es el hombre (como especie, no género) el único animal capaz de morir de hambre estando rodeado de comida (cosas comestibles).

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Redacción

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