Publicado el: 26 Oct 2016

Una «checa» de las ayudas sociales

Por Lucía S. NAVEROS

José Luis Trabanco parece una persona apacible, pero en los Plenos del Ayuntamiento de Grado se revuelve, se quita y se pone las gafas, parece que le queda pequeña la silla y que sufre. El motivo de sus padecimientos se sienta dos asientos más allá y se llama Patricia Álvarez. La portavoz de Foro es el particular purgatorio del Alcalde de Grado, que una vez al mes tiene la penitencia de soportar que le ortiguen (espiritualmente) con su sueldo, como si hubiera asaltado a mano armada las arcas municipales, y que le llamen dictador y que insinúen que paga votos con obras. Patricia Álvarez obtiene en sus diatribas (que sostiene con voz convincente y aspecto de que nadie podrá hacer que cambie de opinión) el respaldo del PP, cuyo portavoz, José Ramón González, se muestra más conciliador y menos agresivo, pero acaba recibiendo igual el rapapolvo del Alcalde exasperado. Los dos ediles conservadores se reparten los papeles de poli bueno y poli malo, y acaban consiguiendo que Trabanco entre al trapo de sus acusaciones, y entre dimes y diretes, los plenos se hacen largos y se asemejan a un partido de tenis, en el que el público, atento, va sumando los puntos de unos y otros (ventaja al resto, ventaja al servicio) para ver quién acaba ganando el combate.

Ayer, el trapo rojo que sacó a relucir Patricia Álvarez fue la creación de una especie de «checa» para controlar quién se lleva en Grado las ayudas sociales. Lo hizo con desparpajo y como quien no quiere la cosa y se quedó sorprendida cuando PSOE e IU echaron las manos a la cabeza. Es posible que a muchos moscones les parezca que el control técnico sobre las ayudas sociales no es suficiente, pero introducir a los partidos políticos (con sus intereses) en una gestión delicada, que afecta a la intimidad de los ciudadanos y que debe ser completamente neutra es, al menos, arriesgado, un camino de resultado impredecible. Patricia Álvarez tiene osadía para defender con convicción eso y, parece, muchas cosas más. Y al Alcalde le saca la piedra.

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