Los mayoría de los ayuntamientos bonificarán el tributo a las construcciones tradicionales, salvo en las que haya vivienda o almacén
IU y Podemos reclaman un cambio en la legislación
L. S. N. / F. R. /Grado
La regularización del Catastro ha incluido los hórreos y paneras como bienes inmuebles, por lo que sus propietarios tendrán que pagar el IBI. Legalmente los ayuntamientos no pueden dejar exento este impuesto a no ser que tenga más de cien años. Sin embargo, la mayoría de los concejos de la comarca, en donde abundan este tipo de construcciones tradicionales, aplicarán el máximo de bonificación para aminorar el impacto contributivo. Por su parte IU, en la Junta General y Podemos, en el Congreso, han pedido que se amplíe la exención a todos estos elementos, no solo a los más antiguos, y pasen a considerarse lo que históricamente siempre han sido, es decir, bienes muebles. Belmonte, Teverga, Grado, Salas y Candamo anuncian ya la aplicación de bonificaciones a los propietarios de estas edificaciones.
IU ha propuesto en la Junta además la introducción en las ordenanzas fiscales de una bonificación del 90% para el resto de los hórreos, paneras y cabazos que no tengan más de cien años.
En nuestra comarca, en la que abundan este tipo de construcciones tradicionales, hay opiniones diversas, aunque la mayoría se inclinan por buscar bonificaciones.
En Teverga, con ayuntamiento dirigido por IU ven sin embargo que no es algo fácil, “porque el catastro identifica a los hórreos y paneras como almacenes. Puede darse el caso que sea como buscar una aguja en un pajar o sean fácilmente identificables por la cuota que les sale a pagar, explica el portavoz Adrián Gayo que ya adelanta que van a aplicar la bonificación máxima hasta que exista un cambio legislativo que permita declararlos exentos. En Proaza “no tenemos intención de modificar nada, otra cosa son los hórreos que bajo ellos hay edificaciones de almacenes, garajes o incluso viviendas, esos si vamos a analizar uno por uno y estudiaremos y valoraremos que se puede aplicar”, explica el alcalde Ramón Fernández.
Y mientras en Somiedo aún no tienen claro lo que harán, en Illas, donde también gobierna IU, aseguran que no están aplicando IBI a hórreos y paneras.
En Grado se lo toman con calma ya que dicen que hasta 2018 no entra en vigor. “Algunos vienen como casa y aledaños y hay que investigar y catalogarlos. Creemos que el Catastro separó hórreos de aledaños. Antes no se cobraban. Cuando lo separemos lo quitaremos. Lo estudiaremos para no cometer errores y si no se puede bonificaremos”, explica el portavoz del Gobierno local Plácido Rodríguez.
Natalia González, alcaldesa de Candamo, considera que la polémica en el tema de los hórreos “subyace en la consideración de ellos como bien mueble o inmueble, pero sin entrar en consideraciones jurídicas creo que es un bien que debemos proteger y no dañar más. Desde la concejalía de urbanismo se están estudiando posibilidades para favorecer la rehabilitación de estas construcciones que pasan por la exención de impuestos”, explica.
En Santo Adriano “son contados los que pagan”, explica su alcalde Jesús Muñiz. “En este momento estamos investigando la propiedad, por lo que hasta que no lo sepamos no podemos aplicar ese impuesto”.
En Las Regueras los hórreos y las paneras no están aún catastrados, explica la alcaldesa Maribel Méndez “por tanto no entramos en esa valoración”.
En Salas el alcalde, Sergio Hidalgo, ya ha anunciado que no piensan aplicar el IBI a los hórreos y paneras en un concejo en donde además hay una gran cantidad de ellos.
Belmonte también aplicará bonificaciones, mientras que en Quirós no tienen intención de cobrar el IBI.
El «catastrazo», en el Congreso
El cobro del IBI a hórreos y paneras ha llegado al Congreso de los Diputados, a iniciativa de Podemos. La diputada regional Lucía Montejo y los diputados nacionales asturianos Sofía Castañón y Segundo González han presentado una proposición no de ley para exigir “la exención inmediata del IBI a hórreos, paneras y cabazos como una medida de choque, urgente, para evitar la degradación de estos elementos”. Montejo explicó que si bien “a día de hoy la ley ya contempla una exención para los hórreos y paneras de más de 100 años de antigüedad, muchos Ayuntamientos no la están aplicando”. La diputada afirmó que, en la actualidad, “tenemos unos 20.000 elementos dispersos por todo el territorio con unas dificultades de conservación enormes, sin ningún tipo de ayuda”, y denunció que “a efectos prácticos, el cobro de este impuesto penaliza a los propietarios” ya que “la consecuencia es que mucha gente prefiere dejarlos caer que pagar este impuesto, un problema añadido a los que ya sufren en cuanto a la conservación”.
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