Arturo Gutiérrez de Terán: «La defensa del tren merece una huelga»

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“Dejar la autovía de La Espina sin conectar con la costa rompe un equilibrio de siglos”

”En Asturias el Estado va por libre y sin él el área metropolitana está muerta”

Arturo Gutiérrez de Terán / Foto de MATÍAS ARTIME

Lucía S. Naveros / Oviedo

Arturo Gutiérrez de Terán tiene una idea muy clara de Asturias, sus equilibrios territoriales y su estructura, que mata o llena de vida municipios enteros. No en vano lleva implicado en el urbanismo asturiano desde antes de la Autonomía, primero como funcionario del Ministerio de Vivienda, desde donde apostó por la construcción de la “Y”; después, en el primer gobierno preautonómico, como responsable de Urbanismo, y más tarde, durante dos legislaturas, con Rafael Fernández y con Pedro de Silva, como consejero de Urbanismo y Ordenación Territorial. Nacido en Salas en 1942, es hombre que se define de izquierdas y que participó en la creación del socialismo asturiano de la Transición. Gutiérrez de Terán, genio y figura, sigue al pie del cañón, desde la Fundación de Estudios para la Calidad de la Edificación, en la que defiende el ahorro energético en los edificios; y desde su implicación cívica en iniciativas como la Plataforma Pro Autovía.

-Han reunido 15.000 firmas y están haciendo campaña para que las obras de la A-63 concluyan, y para que se conecte con Luarca.
-Es una obra esencial para Asturias. Durante la crisis, cuando las obras se pararon, nos callamos, no era momento de pedir carreteras. Pero ahora dicen que las cosas van mejor y nosotros debemos estar ahí, en primera fila. Porque lo que pedimos es de completo sentido común y Asturias entera debería defenderlo. Dejar la autovía de La Espina sin conectar con la costa rompe un equilibrio territorial de siglos, y hace más pequeña a Asturias, condena a una parte del territorio.
-¿En qué se basaba ese equilibrio y porqué está amenazado?
-Desde hace muchos siglos las comunicaciones de Asturias siguieron una línea que recorría la costa hasta Valdés y se internaba en el interior de la región, el trazado de la N-634. De esta manera se comunicaban los municipios interiores, se creaba una relación que hacía que Asturias fuera algo más que su rasa costera y su zona central. La decisión de hacer la autovía del Cantábrico por la costa fue en este sentido nefasta. Concejos que siempre habían estado conectados quedaron, en la práctica, aislados, ya que una carretera convencional no puede competir con una autovía, ni en seguridad ni en tiempo. Hay que recuperar ese equilibrio roto por el trazado de la A-8, y hay que hacerlo antes de cinco años. Sólo si la A-63 se une a la A-8 en Valdés se recuperará. Y estamos hablando de 25 kilómetros.

«Da igual que estén en esa mesa sentados los ayuntamientos y el Gobierno regional si no está el Estado, que tiene competencias esenciales, en ferrocarril, por ejemplo, o en carreteras»


-¿Qué logra esta conexión?
-Fijar población, lo primero. Mantener con vida el Occidente y sus empresas. Es el empleo lo que fija población, y sin ese enlace las empresas de La Curiscada, por ejemplo, sufren un castigo enorme. Es esencial mantener esa estructura territorial si queremos que haya vida en el ala occidental de Asturias. Además, insuflará mucha fluidez al centro, descargamos peso de la “Y”, generamos flujos de ida y vuelta que no pasan por el centro de la región. Hubo un error enorme en el trazado de la autovía del Cantábrico, se decidió que pasara por la costa, olvidando toda la Asturias interior, por primar a Gijón. Es algo que se hizo, además, sin un solo debate en la Junta. Si no corregimos eso, dejamos que Asturias se vuelque hacia la costa, y el centro, y condenamos al resto.
-La vieja rivalidad entre Oviedo y Gijón.


-Debemos ser capaces de aunar nuestros intereses, de ponernos de acuerdo. La rivalidad está bien para el fútbol. Bruselas favorece a los que son capaces de ponerse de acuerdo, para vivir mejor y estar mejor, independientemente de si eres del Sporting o del Oviedo. Y pensar, debatir, analizar, antes de actuar. Pensar no cuesta dinero. No pensar, sí.
-Está en marcha el Área Metropolitana de Asturias, y no parece que haya empezado con buen pie.
-Hay algo evidente, que el área metropolitana es una realidad de hecho. Traducir esa realidad al derecho es de sentido común, pero hay que ver cómo. Y se está haciendo mal. Lo primero, son demasiados concejos. Debería tener 16, 18 como máximo, no más. Después, crear un órgano intermedio con capacidad de decisión es burocracia que entorpece. Los municipios no tienen que temer perder competencias, se trata de coordinar, no de recortar derechos. Hay un tercer problema: da igual que estén en esa mesa sentados los ayuntamientos y el Gobierno regional si no está el Estado, que tiene competencias esenciales, en ferrocarril, por ejemplo, o en carreteras. El Estado, en Asturias, va por libre. Pero sin él, el área metropolitana está muerta.
-El Estado apuesta por un tercer carril en la “Y”, y da prioridad al AVE sobre el tren de Cercanías.
-Creo que es esencial mantener y potenciar el tren. Hacer un tercer carril en la “Y” sólo va a agravar el problema, estimulando aún más el uso del coche privado, sin dar alternativas. Podrían tener la idea, por ejemplo, de meter por la mediana un tren rápido que una las tres ciudades que conecta la “Y”. Eso sí sería una solución. El tren, la red de Feve y la de Renfe, es tan necesario que creo que por defenderlo estaría justificada en Asturias una gran huelga. En cuanto al AVE, el coste de que llegue a todas las ciudades es excesivo. No pasa nada porque llegue a Lena, si hay un buen servicio de transporte. En Madrid, llega a Atocha, no a tres estaciones distintas. Creo que tenemos que plantearnos a Asturias, más que como un área metropolitana, como una ciudad región, con unos objetivos comunes. Una ciudad de más de un millón de habitantes, con sus comunicaciones interiores garantizadas, medidas en tiempo, y con una idea común.Una ciudad con varios polos, de tamaño ideal para vivir. En otros lugares lo tienen que crear. Nosotros lo tenemos.
-Las ciudades asturianas parece que miran por sus propios intereses.



-Creo que hay que ser duro, mucho, con la Administración que abusa de que tiene recursos. Hay obras innecesarias, que desequilibran a todo el territorio. Lo que se hizo con el puerto de Gijón, por ejemplo. Y luego están los planes generales, planteados como un objetivo en sí mismos. El ejemplo nefasto es el de Oviedo, que creó problemas en vez de dar soluciones, con crecimientos en fondo de saco, como La Florida y Las Campas, o inviables como La Manjoya. Un plan pensado para crecer sin tasa. Hay que cambiar la ley de Suelo. Hay que hacer un urbanismo que concentre, que ahorre recursos y energía. Ir hacia la regeneración urbana.

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