El desfile contó con más disfraces de grupo que nunca, una categoría que ganó la Asociación Cultural con su «Serengueti trubieco»

Redacción/Grado

Más grupos que nunca y con más ingenio y destreza en el disfraz. El Carnaval de Trubia va a más, según se dejó sentir en el desfile de ayer, en el que el espectáculo estuvo garantizado. Vikingos con su barco, un circo con jaulas de fieras, un grupo de animados andaluces con toreros y todo, y la Sardina, acompañada por los asistentes a su entierro, hicieron las delicias de los trubiecos, que también disfrutaron de los disfraces individuales, aunque se presentaron menos que el año pasado.

El primer premio en la categoría de grupos mayores de 18 años recayó este año sobre el disfraz «Serengueti trubieco», de la asociación Cultural de Trubia, con massais, animales salvajes y hasta una cabaña. El «tablao» de la Guardería Pinitos y los «Trukingos» compartieron el segundo premio, en un Carnaval en el que los organizadores destacaron la participación de los vecinos de Trubia y tuvieron una especial mención para comercios colaboradores, como el Bodegón de Trubia (que rifó un jamón para recaudar fondos) y la Librería Sotomayor.  Todos disfrutaron de Carnaval cada vez más trabajado, que concluyó con la quema de la sardina bajo un tiempo primaveral. En la organización de la fiesta se implicó el movimiento asociativo del pueblo: la Asociación Cultural, AMPA del colegio de Villar, Las Cuestas, Sofretu, Nocéu, la asociación de Amas de Casa, el Real Juvencia y Vecinos de Trubia.